Dejó la carpintería y se volvió naranjero

El señor Oscar Chuc, es vendedor de Naranjas dulces, que son traídas de Oxkutzcab y se la pasa pregonando en las calles de la capital campechana, para generar ingresos a su familia.

Cansado de su andar pero con fuerza indómita, el entrevistado para Por Esto!, contó que los fuertes rayos de Sol cada vez son más intenso y a pesar de esto, sigue motivado con la venta para llevar ganancias a su familia.

Destacó que además de vender naranjas dulces, también vende limón y toronja para ofrecer una variedad de productos, porque hay ocasiones en que se lo piden y tiene que llamar a su patrón, para que desde su camioneta se lo lleve y de esta forma, se pueda atender gustosamente a los clientes que le compran.

Asentó que tratan de mantener un precio considerable o similar al que tienen en el mercado para no vender muy caro y así no afectar la economía de las amas de casa que son sus clientes, así que su producto lo ofrece entre 100 y 120 pesos.

El comerciante comentó que hay días buenos y también hay días malos, cuando le tocan esos últimos, en que se le queda producto, va con sus conocidos, a quienes les vende al mayoreo y de esa forma saca el gasto.

Mencionó que tiene que andar todo el día en varias colonias para poder vender sus productos, que en ocasiones tiene otro compañero que lo ayuda a vender en los semáforos de la ciudad, pero que no se queda mucho tiempo en esos lugares, porque la policía no les permite vender sus productos.

Agregó que el otro vendedor, también tiene que estarse moviendo constantemente, para que se logre la venta de los cítricos.

Oscar Chuc tiene seis hijos, hasta el momento sólo tres dependen de él, pero que decidió tomar esa decisión de ser naranjero, porque en la carpintería no le siguió yendo bien, porque la gente dejó de utilizar poco a poco la madera.

Afirmó que por eso, decidió viajar desde Oxkutzcab para hacer esta actividad y no quedarse estancado económicamente, pues necesita mantener a sus 3 hijos que siguen estudiando.

(Wilgen Lara)