NUEVO PROGRESO, Hopelchén, Cam., 2 de septiembre.- Desolador es el panorama para los productores de granos en la colonia menonita de Nuevo Progreso, ya que por la falta de lluvias el maíz está a punto de perderse y la soya, aunque es más resistente a la sequía, de no caer las lluvias en los próximos días, seguramente correrá la misma suerte.
Lo anterior se desprende de un recorrido por la colonia menonita en los campos 14 y 5. Los productores esperan con ansias las lluvias, porque han hecho importantes inversiones, por lo que le han dado atención a los cultivos de maíz y soya, pero no ha sido suficiente porque dependen de la naturaleza.
Y es que la colonia menonita de Nuevo Progreso es un referente de la producción de granos en el Municipio y el Estado y además cuenta con infraestructura para captar el maíz, la soya y el sorgo, que luego comercializan en la Península de Yucatán.
Lo lamentable es que un alto porcentaje de productores locales no pueden contratar el seguro agrícola comercial, que en el caso del maíz tenía una tarifa promedio de mil 100 pesos y la soya 700 pesos por hectárea, por lo cual de no caer las lluvias las pérdidas serán importantes para los hombres del campo.
Isaac Thiessen Smith, del campo número 14, expuso que en este año sembró 25 hectáreas de maíz y 40 de soya, sin embargo observa con tristeza como el maíz se deteriora día a día por la falta de lluvias, hay plantas que ya espigaron y otras que no alcanzaron esa madurez, por lo que en este cultivo está en riesgo de perder gran parte de su inversión.
Apuntó que en el caso de la soya la planta es más resistente, pero ya acusa los efectos ocasionados por la falta de lluvias y de no llover por estos días hay riesgo latente de perder la cosecha.
Por su parte, Hierhard Niven, del campo número 4, precisa que en este ciclo primavera-verano 2019 habilitó 70 hectáreas para establecer cultivos de maíz, soya y sorgo, siendo mayoritaria la superficie sembrada de maíz y soya, por lo accesible de su comercialización.
Sin embargo, a diario pide por las lluvias, ya que los cultivos están en riesgo de perderse. Reconoció que se animó a sembrar en los meses de junio y julio porque las lluvias eran prometedoras, pero luego éstas dejaron de caer y las consecuencias se están reflejando en los campos del cultivo.
Ambos coinciden en señalar que en la colonia menonita de Nuevo Progreso la cultura del trabajo está muy arraigada, tan es así que se siembran al menos 11 mil hectáreas entre maíz, soya y sorgo y este año no fue la excepción, incluso algunos productores regresaron a la siembra del maíz, atraídos por el anuncio presidencial de un precio de garantía de la gramínea de 5 mil 600 pesos la tonelada.
Pero las lluvias no han caído y los cultivos están a punto de perderse y de resultar así será un duro golpe a su economía, ya que en cada ciclo agrícola arriesgan su patrimonio para garantizar el financiamiento de combustibles, fertilizantes, semillas y agroquímicos.
(Jorge Alberto Uc Moreno)