Entre emociones y filmografía de calidad, se vivió el Encuentro de Cortometrajes de la Zona Sur durante dos días, donde los campechanos pudieron disfrutar de pequeñas historias de hombres y mujeres que anhelan la vida y comparten sus desvaríos para sobrevivir.
El miércoles 15, en el auditorio Hernán Loría Pérez, del Centro Cultural “El Claustro”, se presentó “Factor Odio” de la directora Vania Quevedo, quien es de Tabasco y habla sobre la historia de un cubano veterano de guerra que narra una triste anécdota sobre soldados asesinando civiles en las guerras de África y Centroamérica.
De igual forma, “Videocartas al Norte” de Luis García Escobar, originario de Chiapas, hizo un documental destinado a las personas que emigraron a EUA, a tantas asperezas, a nuestro presente complicado; además de familiares que viven en una comunidad de México, quienes mandan saludos a sus seres queridos.
La presentación de Campeche llegó con “Escenas de amantes imaginarios” bajo la dirección de Leticia Durán Graniel, quien creó a Ruth y Víctor, con la idea de ser la pareja ideal, que expone revelaciones, creencias e intimidades acerca de lo que significa amar a alguien.
“Chak ´Iik” de Quintana Roo y dirigida por Fernanda Rodríguez, que explora y reflexiona de forma paralela dos historias de vida; las memorias de una comunidad destruida por un evento natural y una familia devastada por la pérdida de uno de sus miembros más querido.
“Bailando somos” dirigida por Andy Parásito de Yucatán, presentó la historia de que todos los domingos por la mañana la plaza de Santa Lucía se llena de vida con música, ritmos, movimientos y emociones de quienes se reúnen en su pista.
En lo que refiere al jueves 16, “Cargueros” de Daniel Alejandro Mulia Tapia perteneciente a Veracruz cuenta un viaje a la isla de Janitzio en el estado de Michoacán, donde conoce y acompaña a los cargueros, un grupo de pobladores que durante un año se encargan de los rituales propios de la localidad.
Siguió “La pinta” dirigida por Ilse P. Chan de Yucatán, que narra la historia de Mecha que es una artista feminista de 21 años que intentará hacer una pinta a modo de catarsis y protesta en una pared que limita una zona violenta y marginada de la ciudad de Mérida.
“Instante” de Héctor M. Aguilar perteneciente a Quintana Roo, cuenta la vida de un hombre en conflicto con su existencia, su felicidad y las prioridades en la vida, que lo atormentan.
Por último, “Bala perdida” de Edgar Iván González Estrada, originario de Veracruz, relata la vida de Mario que es un ex oficial de la policía que tras matar a un niño accidentalmente en un enfrentamiento decide emprender un viaje al pueblo en busca de la familia para pedirles perdón, sin importar las consecuencias.
De esta manera, las representaciones filmográficas quedaron bien dispuestas para el público campechanos que aprovechó cada una de las historias para reflexionar sobre su realidad, su día a día y el momento por el que pasan en determinados instantes de la vida.
David Burelo)