PALIZADA, Campeche.- Cientos de Paliceños, entre alumnos, maestros y amigos acompañaron al esposo e hijos de la extinta maestra Cecilia Trinidad Suarez Chi, la despidieron con diversos homenajes y finalmente todos congregados en el parque de la Libertad dieron el ultimo a dios a las cenizas de la mentora quien su última petición fue que estas fueran esparcidas en las aguas del río Palizada.
Su esposo el maestro Luis Vidal Canul Vela, y sus hijos Luis David, Anacecy y Robín, cumplieron con la última voluntad de la querida maestra y que radico en Palizada por 32 años donde ejercio su carrera, contrajo matrimonio y donde nacieron sus tres hijos, amo tanto a este pueblo mágico que quiso que sus cenizas quedaran en el río Palizada para una vida eterna y en la supo ganarse con la entrega en su trabajo educativo y cultural el cariño de los Paliceños.
Las cenizas de la maestra Ceci fueron llevadas en primer término a la escuela secundaria federal no. 6 donde recibió un reconocimiento por directivos y personal docente de la institución en la que laboro durante 30 años, hasta que se jubiló, ahí estuvieron presentes ex compañeros de la mentora y hoy jubilados, padres de familia y ex alumnos que recibieron sus conocimientos.
La banda de guerra de la institución fue la encargada de abrir este homenaje, mientras que al fondo de la plaza cívica se colocó la fotografía de la maestra y en una mesa sus cenizas, el director del plantel fue el encargado de leer su semblanza, mientras que se montaban guardias de honor por los presentes, posteriormente su esposo el maestro Luis Vidal agradeció este gesto y dijo que esto es el resultado de lo que cosecho su esposa, los presentes culminaron con un minuto de aplausos en su recuerdo.
Después encabezados por la banda de guerra de la secundaria recorrieron toda la calle I. Ramírez desde el plantel hasta la iglesia, acompañados del toque de la marcha del silencio, en la parroquia del Sr. San Joaquín fueron recibidos por el párroco Amado Perfecto Sandoval, y se realizó una misa por su eterno descanso, la iglesia lucio repleta de feligreses que se dieron cita para unirse en oración.
(Texto y fotos: Julio Gutiérrez)