HOPELCHEN, Cam., 26 de enero.– Hasta el momento no hay autoridad municipal, estatal o federal que ponga freno a la sobreexplotación de los recursos hídricos que desde hace tres años ocurre en un predio ubicado en la carretera antigua que conduce a la comunidad de San Juan Bautista Sahcabchén, a escasos 500 metros del entronque sobre la carretera federal Campeche-Mérida, tramo Hopelchén-Ich Ek.
José Guadalupe Novelo Rosado y Alvar Buenfil Canto, aseguran que las denuncias públicas han sido recurrentes en los medios de comunicación, tanto convencionales, electrónicos, así como en las redes sociales y tal parece que las dependencias encargadas de la protección al ambiente y recursos naturales se hacen de la vista gorda, “hacen como que la virgen les habla”.
Y es que en el 2019 se hicieron juntas con representantes de las colonias menonitas, autoridades estatales y municipales, incluso se integró un grupo ambientalista que muy poco o nada ha hecho por encabezar una denuncia formal ante dependencias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), incluso ante las comisiones estatal y nacional de los Derechos Humanos, ya que se afecta a la población en general y en algunos puntos del municipio, el vital líquido comienza a escasear y ello se debe a la depredación que hace del recurso los productores menonitas que ya habilitaron al menos 80 hectáreas para el cultivo de arroz y según se sabe la superficie puede rebasar las 250 hectáreas porque no hay nadie que frene la deforestación que acompaña a la habilitación de terrenos para los cultivos agrícolas.
En el 2018 la siembra de arroz se estableció como cultivo experimental en 5 hectáreas, los rendimientos productivos y económicos recibidos les abrieron más el apetito a los productores y en el 2019 la superficie rebasó las 100 hectáreas y en este 2020 las áreas abiertas al cultivo casi se van a triplicar y todo ello representa la extracción de grandes volúmenes de agua y de seguir esta práctica pronto se agotarán los mantos acuíferos en el municipio.
Se estiman en cerca de 200 pozos para riego los que ya están funcionando en el municipio; algunos son utilizados para riego por goteo y en el caso del cultivo del arroz el riego es por inundación.
En la década de los 80’s se experimentó con la siembra de arroz en el municipio, en tierra del núcleo agrario de Chunchintok y fue un experimento fallido que dejó tirados en la tierra miles de millones de pesos en trabajos de mecanización de suelos, bordos, drenes, instalaciones, maquinaria agrícola y equipo porque la vocación de las tierras cheneras no son las más indicadas para la siembra del grano.
En los predios que se siembran actualmente, alguien tuvo que dar el permiso para la siembra, perforación de pozos, uso del espacio aéreo para la aplicación de herbicidas, insecticidas y fungicidas para el control de plagas y enfermedades; la siembra del arroz será generadora de contaminación, daños a la salud y al medio ambiente, a las actividades productivas como la apicultura, pero lo más importante y más dañino es que están agotando los mantos acuíferos y el agua que antes se encontraban a 100 metros de profundidad ahora hay que encontrarla hasta los 160 metro.
José Guadalupe Novelo Rosado quien tiene un predio rústico que colinda con los terrenos sembrados de arroz, asegura que ya es tiempo que se haga algo al respecto, relatando que ya platicó con el productor menonita y éste que le dijo que es su terreno y puede sembrar lo que quiera y explotar el agua que quiera.
Además, sin su permiso abrieron un camino que invade su propiedad y por lo tanto hace un llamado a las autoridades correspondientes para que deje su zona de confort y acudan al municipio para verificar cómo se sobreexplotan los recursos hídricos y es que el agua es un producto vital y si no lo cuidamos, las futuras generaciones sufrirán como las grandes ciudades de Europa, donde el agua no sólo es un artículo caro, si no también escaso.
Añadió que el agua se tira día y noche, y hay tramos donde el agua rebasa los 50 centímetros y si uno ve la cantidad de agua que se tira a diario seguramente pensará que son remanentes y escurrimientos de los huracanes Gilberto e Isidoro, pero estos pasaron hace muchos años y el agua de ahora es apta para el consumo humano y prácticamente se está desperdiciando porque al final de cuentas el costo-beneficio no justifica tanto volumen de agua utilizado para el cultivo.
Por ello urgió a las autoridades municipales, estatales y federales para hagan algo al respecto, de lo contrario todos lamentaremos no haber actuado con tiempo. “Son al menos 5 pozos con tubería en promedio de 20 pulgadas de diámetro las que tiran agua de manera grosera, el murmullo del agua hace pensar que se están escuchando las olas del mar campechano, pero no, es el agua que se explota para inundar terrenos sembrados de arroz”
Por su parte, Alvar Buenfil Canto, subrayó que hace 33 años llegaron los menonitas a Los Chenes y desde ese tiempo los montes se han venido abajo y lo que antes se tomaba como algo natural ahora nos damos cuenta del error de por no haber frenado los desmontes, porque con ellos se acaba la flora y la fauna, y ahora es la explotación del agua la que se ha hecho presente y como cheneros debemos defender este recurso porque no tenemos que caminar mucho, sólo basta con saber qué pasó con las tierras del Estado, como Zacatecas, Durango y Chihuahua donde los menonitas han trabajado.
El también maestro jubilado expuso que durante los tiempos de enseñanza, él hablaba sobre un pasaje histórico que resumía a una frase “donde Atila pasa ni la hierba crece”, en alusión al último caudillo de los hunos que creó el mayor imperio de Europa de su tiempo, desde el 433 hasta su muerte en el 453 y fue un ejército muy poderoso lo que hizo todo ello, ahora son unos cuantos productores menonitas los que van a lograr que en Los Chenes a mediano o largo plazo ni la hierba crezca por el uso irracional de productos agroquímicos y la sobreexplotación del agua, concluyó.
(Jorge Alberto Uc Moreno)