Vendedores de disfraces se vieron afectados este año debido a la suspensión de diversas actividades, principalmente escolares, esto a causa del resguardo sanitario que ocasionó la pandemia de Covid-19.
Elena Barrancos, comerciante de disfraces en el centro de la ciudad, compartió que las ventas de estos vestuarios se redujeron en aproximadamente 70 por ciento desde que inició el resguardo sanitario por el brote de contagios del virus Sarscov-2.
Los disfraces no solo se venden en esta temporada cercana a Halloween y Día de Muertos, sino también en primavera, mes patrio y para diversas actividades que se realizan en las escuelas.
Precisamente, la cancelación de las clases presenciales en los colegios provocó este año la suspensión de varios festivales y otras tradiciones como el desfile de la primavera, para el que los padres de familia adquieren trajes de animales o flores para sus hijos.
Agregó, que tuvo que cerrar su negocio durante cuatro meses debido a que no llegaban clientes como consecuencia del temor que se tenía de contraer coronavirus.
Detalló que debido a esto, ella y otros vendedores tuvieron que reducir sus inversiones en este tipo de utilería para no arriesgarse a tener pérdidas; en años anteriores los montos eran superiores a los 10 mil pesos, pero este año la adquisición de mercancía no superó los cuatro mil pesos, esto por la inquietud de no llegar a vender todo el producto.
Sumado a esto, la venta de otros artículos de vestimenta escolar también impactó sus ingresos económicos: moños, camisas, gorros, entre otros accesorios que normalmente usan las escoltas o quienes participan en desfiles como el del 16 septiembre, esta vez se quedaron en el aparador.
No obstante, dijo que estos últimos días se ha visto un aumento en las ventas de los vestuarios por lo que espera lo que sería una recuperación económica, misma situación que otros establecimientos de la zona auguran.
Con información de Juan García