Los productores de hortalizas deben tener recursos o financiamientos por 160 mil pesos, suma que representa los costos de producción de una hectárea de tomate, mencionó Carlos Poot Uitz, agricultor.
Diversificación
Desde hace cuatro décadas, la localidad ha diversificado los cultivos agrícolas y ello se refleja en la infraestructura hidráulica, maquinaria y equipo que les permite irrigar las superficies sembradas.
“Aunque en los últimos años el costo de las semillas, fertilizantes, agroquímicos y energía eléctrica se han incrementado, los productores no dejan de sembrar y los cultivos - tomate, sandía, chile habanero, entre otros -, generan empleo”, comentó.
Poot Uitz expresó que: “el cultivo de tomate es de alto riesgo y hay que ser cuidadoso en todo el proceso; la semilla hay que fijarla y esperar los brotes, posteriormente hay que estar pendiente de su desarrollo y se cubre con tela para protegerla de factores externos como hongos, bacterias y la ‘mosquita blanca’ que es altamente dañina para las plantas”.
Durante todo el proceso, un productor debe emplear a más de 20 personas, por lo que requiere de una fuerte inversión para mantener la operación.
Por Jorge Uc