Yosimar Cruz, jefe de las regiones prioritarias de la Región Sur del Gobierno federal, sin resolverles nada, acudió a escuchar las peticiones de los taxistas que acusan a las autoridades estatales a cargo del gobernador sustituto, Carlos Miguel Aysa González, de no dejarlos ser autónomos y de proteger a un grupo de alrededor de 20 concesionarios que tienen el control de las 106 combis del Sindicato Único de Trabajadores del Volante (SUTV).
Ante alrededor de 30 miembros del gremio de taxistas, Cruz escuchó atentamente pero sin tener ninguna jurisdicción en el asunto su protagonismo no será suficiente para que el Gobierno del estado les autorice una asamblea para la elección de un nuevo secretario general y la entrega del usufructo de las combis que pelean desde hace nueve años para ser repartido entre los más de mil 60 socios.
“Vine a una plática, a escuchar a los señores que tienen su inconformidad aparte que es preocupante el tema de que los compañeros estén en huelga de hambre”, dijo el funcionario federal.
Aseguró que su función es la de trasmitir el hecho a sus superiores y las autoridades competentes que ya busquen una solución a este tema, a pesar que la protesta lleva más de tres días y se ha divulgado por diferentes medios de comunicación.
“Pretendemos que busquen el dialogo, que actúen de manera pacífica, que se respete su autonomía sindical, que se apeguen a sus estatutos (…) mi función es recibir la información de ellos, trasmitirla y presionar para buscar una solución al conflicto”, expresó.
Recordó que en la última visita que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Isla, los taxistas le hicieron la denuncia por la que dos miembros llevan en huelga de hambre ya más de siete días actualmente, pero no hubo respuesta.
“Es un tema de competencia estatal, tienen su regulación, si hay que empujar que se respete su autonomía sindical, nuestra función es trasmitirle al Gobierno estatal y si en algo nos compete con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) brindar el apoyo, para que les pueda resolver nada, nosotros no somos el órgano que resuelve”, concluyó.
Por Agustín Ferrer