Ayer por la mañana inició el Buen Fin con poca afluencia de clientes en el Centro de la Isla, quizá debido a la crisis económica que trajo la contingencia sanitaria aún vigente.
Hubo tiendas comerciales y departamentales que lucieron letreros con la leyenda del “Buen Fin” y descuentos a la mitad de precio, pero no se observó gran interés de los ciudadanos por adquirir o gastar.
Cautela
Las calles y los principales establecimientos del primer cuadro de la ciudad lucieron desangelados, a diferencia de días anteriores. De esta forma, los días “más baratos del año” no fueron motivo suficiente para que la gente abarrotara las tiendas empresariales.
Por su parte, trabajadores de comercios de venta de ropa aseguraron que a pesar de que se programaron rebajas del 50%, las personas no acudieron a comprar como se esperaba, lo cual se les hace frustrante y algo inesperado.
“No es como hace un año; la pandemia mantiene a la gente cautelosa, le dan prioridad a los alimentos antes que a la ropa”, expresó uno de los dependientes de conocida tienda departamental.
Sostuvo que la gerencia preparó ofertas para las mercancías que no vendió en la cuarentena, pero tampoco resultó atractiva para los compradores.
Decepción
“Guardamos buena cantidad de prendas que no fueron vendidas en estos más de ocho meses y ahora la gente prioriza otras cosas antes que gastar en ciertos gustos”, enunció con cierto descontento.
En el caso de los comercios que ofrecen electrodomésticos, el caso fue similar al de los otros establecimientos al registrar mediocres ventas.
Esta declaración de acuerdo con empleados que omitieron su nombre, que aseguraron que las promociones resultaron insuficientes para atraer a las personas y liquidar las existencias en rebaja.
Aseguró que la situación ha causado bajas laborales por parte de las empresas. “Aunque nosotros conservamos nuestros empleos, hemos visto despidos debido a esta situación”, comentó.
Por Agustín Ferrer