En total descuido se halla el rastro municipal, a tal grado que no cuenta ni con agua potable para cumplir con sus servicios, como es el sacrificio de animales, motivo por el cual algunos abastecedores mejor realizan la acción en sus sus propiedades para llevar el producto al mercado.
Esto lo mencionaron los mismos abastecedores, quienes externaron que no se le ha invertido dinero al matadero, que se caracteriza por antihigiénico.
El rastro se ubica en el barrio de San Francisco, en un lugar llamado Tacubaya, donde los empleados realizan las faenas “a la antigua”; esto es, sin equipos modernos ni sofisticados, contaron los proveedores.
También señalaron que cuando asumió la actual administración, el rastro no tenía ni energía eléctrica, pues se dañó el trasformador; entonces, el Ayuntamiento mandó colocar otro de segunda mano y ahora cuenta con corriente para trabajar en la madrugada. Sin embargo carece de agua, que es vital para estos servicios.
Debe haber un inspector del Sector Salud que vigile que los productos que serán consumidos cumplan las medidas de higiene. “Se supone que hay personal que se dedica a ello”, mencionó uno de los declarantes.
Para corroborar lo expresado, el día de ayer, a las 06:30 de la mañana, llegamos al lugar pero habían cerrado la reja y no estaba el responsable. Logramos hablar con un empleado y ratificó que no cuentan con agua en los depósitos. Por eso algunos abastecedores se rehúsan a llevar a sus animales.
En cuanto al Ayuntamiento, no da respuesta ni hace nada, a pesar de que conoce la situación en que se encuentra el inmueble.
El alcalde quiere relegirse a pesar de que su trabajo es pésimo; los funcionarios hacen lo que quieren y no se preocupan por mejorar los servicios, fue el reclamo.
Por Amado Caamal