Unas 100 toneladas de pepita chihua se logró captar en producción en las comunidades de Oxcabal, Chekubul, Chicbul, Ignacio Rodríguez Cano, entre otras, durante la temporada de este año, el cual generó ingresos por cuatro millones de pesos entre diversos productores del campo, mencionó el agricultor Leopoldo Pérez de la Cruz.
La producción de la calabaza chihua puede variar año con año y esto está relacionado al problema de acceso a financiamientos, condiciones climatológicas e incidencia de plagas, enfermedades y malezas, así como bajos precios en la venta de la semilla de calabaza; sin embargo, los campesinos vieron el rendimiento promedio de 400 a 500 kilos de pepita chihua por hectárea.
Expresó que pese a la regular producción de la calabaza chihua por las inclemencias del tiempo, así como de las afectaciones del gusano cogollero los pequeños productores lograron obtener regular cosecha y recuperar la inversión y tiempo de trabajo en el campo.
Señaló que en la comunidad de Oxcabal fue donde los intermediarios instalaron cinco contenedores con capacidad de 20 toneladas para el acopio de la pepita chihua y los productores cercanos llevaron la producción; cada contenedor que almacenó 20 toneladas de semilla tuvo un costo de 800 mil pesos, debido a que el kilogramo del fruto se pagó a 40 pesos.
Dijo que la producción acopiada se exportó a los estados de Puebla, Veracruz y Yucatán, por mencionar algunos, así también se logró comercializar parte de la semilla en el mercado local, ya que forma parte de la dieta alimenticia de la región.
Además de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la calabaza chihua es apreciada por el tamaño de semilla, al ser destinada para la industria alimenticia como pepita tostada o extracción de aceites, de tal manera, las características de las accesiones son útiles para los agricultores tradicionales.
La venta de la semilla lavada y secada en forma doméstica se hace al menudeo y por intermediarios y no existen otros mecanismos de comercialización regional o nacional de la semilla.
Por Fernando Kantún