La deforestación de la selva maya y las graves afectaciones que fenómenos tropicales han causado en la Península de Yucatán, han provocado pérdidas importantes para los apicultores del municipio de Hopelchén en Campeche.
Leidy Pech, una apicultura indígena, señaló que esta actividad depende del buen estado de la selva pues este ecosistema facilita la proliferación de la abeja Apis mellifera, especie endémica de la región, y que era conocida como Xunáan Kab, “la dama de la miel”, por la cultura maya.
Explicó que son aproximadamente 16 mil familias en toda la Península las que están dedicadas a esa labor mediante la técnica ancestral maya, que consiste en que las abejas formen sus colmenas al interior de troncos vacíos.
Hace poco más de diez años, Leidy Pech y las mujeres mayas de las comunidades de Hopelchén comenzaron a ver cómo se iban quedando sin pedazos de selva, cómo sus abejas morían por los plaguicidas y por la pérdida de flores endémicas que son el alimento de las cerca de 200 abejas nativas
Fue por ello que, junto con otras iniciativas —la Organización Muuch Kambal y el Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes—, no han cesado en denunciar el avance de la deforestación en la Península de Yucatán, sus consecuencias y la impunidad que ha permitido que se cambie el uso de suelo.
Cabe mencionar que, según datos de la plataforma Global Forest Watch, entre 2001 y 2019, en el municipio de Hopelchén se perdieron 186 mil hectáreas de cobertura arbórea, lo que equivale a una disminución del 20 por ciento de lo que se tenía en el 2000.
El doctor Edward Allan Ellis, del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana y quien ha realizado varios estudios sobre deforestación en la Península de Yucatán, señala que en Hopelchén, la tasa de deforestación es cinco veces más alta que el promedio nacional.
Aunado a esta problemática, también han sufrido por las inclemencias del clima pues varias tormentas tropicales y huracanes han causado estragos en la Península de Yucatán durante la actual temporada de fenómenos meteorológicos.
De acuerdo con una evaluación de daños realizada por organizaciones civiles y colectivos de apicultores y campesinos agroecológicos, las tormentas causaron daños a más de 120 comunidades de la Península de Yucatán. En Campeche, donde la producción de miel es una de las principales actividades económicas, se afectaron 93 % de las colmenas, 28 % de ellas se perdieron.
El poblado más golpeado fue el municipio de Hopelchén, donde 22 poblados registraron graves inundaciones y, por lo menos, 3500 familias resultaron afectadas.
Con información de Animal Político
Por Redacción Digital Por Esto!
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