José Macario Crisóstomo, vendedor de la Península de Atasta, aseguró que han bajado las ventas en este último mes y las lluvias por mal tiempo también les han perjudicado.
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Con más de 10 años vendiendo en esta zona, en el centro del poblado, aseguró que aquí es más seguro vender que en otras partes del país donde la delincuencia organizada les cobran ‘derecho de piso’.
“Aquí es más tranquilo, en otras partes no se puede trabajar, como en Chiapas o Tabasco, pero vemos que ya no hay mucho dinero tampoco, la gente compra menos”, dijo.
Sostuvo que el desvío carretero, una promesa de más de dos décadas a los atastecos, no le afectaría ya que él y otros comerciantes se establecerían en puntos donde el tránsito siguiera fluido como lo hace entre la comunidad.
Aseguró que cualquier obra que se haga en favor de las personas se debe aprovechar los beneficios que deje y en el caso de la Atasta, habrá menos riesgos para quienes viven sobre la carretera principal.
“Nosotros nunca dejamos de trabajar a pesar de la pandemia, principalmente porque ningún funcionario ni el Gobierno nos ha dado algún apoyo, nosotros nos buscamos el sustento todos los días”, aseguró.
Por Agustín Ferrer