En los últimos dos años, en la Península de Atasta, en las comunidades de San Antonio Cárdenas y Nuevo Progreso, se ha incrementado el índice de personas que padecen de cáncer y que algunas han fallecido debido a la inhalación de las sustancias que emite a la atmósfera la planta de nitrógeno que se encuentra entre ambos poblados, señaló Hermilo May Rodríguez, habitante de San Antonio Cárdenas.
Expresó que antes de la instalación de la nitrogenadora en 1996 no se veían casos de personas enfermas de cáncer, sin embargo, cuando iniciaron las funciones de esta planta para inyectar nitrógeno a los pozos petroleros y mejorar la producción en 1998 comenzó el viacrucis para las familias.
Señaló que la clínica fue construida hace 20 años aproximadamente para brindar el servicio a las 7 comunidades de la Península: Puerto Rico, Atasta Pueblo, San Antonio Cárdenas, Nuevo Progreso, Emiliano Zapata y Nuevo Campechito, sin embargo, ese objetivo se perdió hace varios años cuando sus equipos quedaron obsoletos. Los médicos especialistas no llegaron, la farmacia quedó vacía y los laboratorios quedaron sin reactivos, ni placas.
Explicó que en este nosocomio sólo se encuentran las enfermeras que atienden de urgencias a las personas lo hacen a través de la ventanilla o a una distancia prudente por temor al contagio de COVID-19, lamentablemente no hay medicamentos y la gente lo tiene que comprar porque tampoco hay apoyo del gobierno.
Para el traslado en ambulancia de personas enfermas al Hospital General de Ciudad del Carmen, los familiares de los pacientes tienen que pagar el servicio entre 400 a 500 pesos para la gasolina y el pago del puente. Debido a la falta de atención en ese hospital varias personas han fallecido en esta contingencia sanitaria de COVID-19.
Lo que preocupa a la población es el cáncer causado por las emisiones de la Planta de Nitrógeno, se presume que esa planta arroja azufre al aire y eso provoca el cáncer en la población, desafortunadamente no hay medicamentos para tratar a los pacientes. Además, los ingenieros de la planta no dan la cara porque tienen convenio con las autoridades del estado a quienes de forma mensual o anual les otorgan aportaciones económicas, presuntamente para mejora en las comunidades sin que se vean resultados positivos.
Por su parte el presidente de la asociación de Médicos Egresados de la Universidad Veracruzana (MEUV) y delegado estatal del Frente Nacional de Pueblos Indígenas y Comunidades Marginadas (FNPICM) Froilán Palestino Cruz, expresó que se cree que la exposición a metales pesados y las emisiones de las plantas petroquímicas están implicadas en el desarrollo de la enfermedad, mientras que la contaminación del aire, especialmente PM2.5 (son partículas muy pequeñas en el aire que tiene un diámetro de 2.5 micrómetros), es perjudicial para la salud respiratoria y cardiovascular.
Los óxidos de nitrógeno son una mezcla de gases compuestos de nitrógeno y oxígeno; el monóxido de nitrógeno y el dióxido de nitrógeno constituyen dos de los óxidos de nitrógeno más importantes toxicológicamente; ninguno de los dos es inflamables y son incoloros a pardo en apariencia a temperatura ambiente; el monóxido de nitrógeno es un gas de olor dulce penetrante a temperatura ambiente, mientras que el dióxido de nitrógeno tiene un fuerte olor desagradable.
Los niveles bajos de óxidos de nitrógeno en el aire pueden irritar los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones, y posiblemente causar tos y una sensación de falta de aliento, cansancio y náusea.
La exposición a bajos niveles también puede producir acumulación de líquido en los pulmones 1 ó 2 días luego de la exposición; respirar altos niveles de óxidos de nitrógeno puede producir rápidamente quemaduras, espasmos y dilatación de los tejidos en la garganta y las vías respiratorias superiores, reduciendo la oxigenación de los tejidos del cuerpo, produciendo acumulación de líquido en los pulmones y la muerte.
Por Fernando Kantún.