Campeche

Carpintería, oficio arraigado en Hopelchén, Campeche

La carpintería es un oficio que mantiene entre los pobladores de Hopelchén, Campeche.
Foto: Jorge Camaal

Fabricar mesas torneadas de maderas preciosas de la variedad granadillo, como sillas, bases de camas y roperos, es un arte que sobrevive en la región, donde aún existen varias carpinterías y aserraderos cuyos propietarios dicen adquirir legalmente la materia prima.

El carpintero Francisco Villarreal Milán, quien en su vehículo trasladaba los muebles para comercializar en Ticul, Yucatán, tiene un gran arraigo en la comunidad y afirma que no cualquier persona desempeña este oficio.

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Explicó que lleva años en una carpintería que se ubica en pleno parque de la comunidad donde siempre llegan para encargos sillas, bancas, a veces cajas de abejas; pero en su mayoría se dedican a la elaboración de muebles; “en el monte de nuestra ampliación conservamos las maderas de alta durabilidad como son el granadillo , el ciricote, jabín y el machich”, dijo.

“Nosotros comercializamos los muebles y no vendemos tablas o roles, no es conveniente y la misma gente a veces nos vende el árbol de cedro para puertas y las conseguimos a buen precio, pero jamás se ha tenido problema con la justicia”: enfatizó.

En la comunidad de Chencoh existe gente que labra madera para su casa pero tampoco trafican con maderas, dijo el comisario ejidal Wilebaldo Criollo Nah, quien detalló que los altos montes de la montaña se conseguía el recurso para vender a Campeche; es el mismo caso para otros pueblos como Xmejía, en Ukum, Xmabén y también en Xcanhá donde se encuentran establecidos otros practicantes del oficio, quienes elaboran muebles.

Historia

El municipio fue reconocido a través de las décadas por sus recursos maderables, y en las décadas de los 70 y 80 prosperó en la villa de Dzibalchén un aserradero que manufacturaba triplay, en ese tiempo su propietario, Javier Oreza, generaba empleo y el manejo era el adecuado, pero con el avance de las superficies habilitadas para la agricultura al menos el 60% del macizo forestal se vino abajo y todavía se abren tierras al cultivo.

Según habitantes de la demarcación de Ukum, el avance de las actividades agropecuarias ha propiciado la deforestación y aunque no haya aserraderos en funciones, existen al menos 20 talleres de carpintería en la comunidad y otros en Xmabén e Xcanhá.

El territorio abarcaba la región actual del municipio de Calakmul en donde se encuentra la reserva del mismo nombre, un área natural protegida donde aún se pueden encontrar maderas preciosas y de color que en la región de Los Chenes son escasas y de mediano tamaño.

En los talleres se trabajan maderas como el machiche, tzalán y cedro, el trabajo artesanal transforma la madera en mesas, sillas, taburetes, sillones, mecedoras y otros muebles de reposo a los que se le agrega un urdido de hamaca que permite el descanso.

Uno de los vecinos sostuvo que transita por la región de la montaña como parte de su desempeño laboral pero desconoce de estudios dasonómicos para generar el aprovechamiento forestal, lo que es evidente es la vegetación arrasada en un área que comprende la colonia menonita de Nuevo Durango y las comunidades de Xmabén y Ukum.

Para revertir los efectos se implementan programas que generan empleo y también la reforestación en donde los sembradores tendrán que plantar árboles maderables.

Sostuvo que el patrimonio forestal se pierde, incluso se elaboró un Programa de Ordenamiento Ecológico Local Territorial (POELT) con la concurrencia de dependencias vinculadas a la protección del medio ambiente, pero en la zona se antepone la producción de granos básicos; la ganadería y la agricultura ganan terreno como un medio que la gente utiliza para procurar sus alimentos.

 

JG