Nuevamente el cierre de mercados para la comercialización de pescados y mariscos afecta a pescadores
Debido a que la Ciudad de México regresó al semáforo rojo epidemiológico, esto provocó que los mercados donde los productores de especies marinas comercializan los pescados y mariscos cerraran de nuevo sus puertas, lo que ocasiona un perjuicio para el sector pesquero ribereño de la Península de Atasta, ya que tienen que vender los productos a un bajo costo a los intermediarios, señaló Leonardo Hernández Domínguez, Presidente de la Unión de Pescadores Ribereños "Lomas de Román".
Noticia destacada
Pescadores esperan que Inapesca amplíe el periodo de captura del pulpo en Campeche
Manifestó que pese al mal tiempo que predomina en la región, cuando los hombres de mar salen a realizar la pesca algunos logran obtener pescas regulares, ya que traen entre 80 a 100 kilos de robalo, otros capturan hasta 300 kilos de jurel, algunos 80 kilos de sierra, y los que se van al camarón traen entre 20 hasta 40 kilos de la especie en grande, así como de siete barbas.
Sin embargo, por el cierre de los centros de acopio en la Ciudad de México por el rebrote de la pandemia, los intermediarios que llegan a la Península de Atasta pagan por debajo el costo de las especies, por ejemplo, compran el kilo de robalo entre 70 a 80 pesos, cuando hace unos estaba a 100 y 100 pesos; el camarón grande a 100 pesos el kilo con cabeza y descabezado hasta 120 pesos; el camarón siete barbas a 40 y 50 pesos, la sierra a 18 pesos cuando costaba 35 pesos y el jurel a seis pesos el kilo.
Indicó que saben que el precio de las especies se rige bajo la ley de la oferta y la demanda, pero consideran que los intermediarios se aprovechan de la situación para bajar el precio de los productos y para que estos no se echen a perder en las bodegas las cooperativas tienen que vender el producto al precio que les asigne los compradores.
“Nos dicen que no pueden pagar más el kilo de los productos porque los mercados de México y otras entidades se encuentran cerradas de nuevo por el rebrote de la pandemia, por lo tanto, tenemos que vender el producto al precio que nos digan los intermediarios, porque necesitamos recuperar lo que le pagamos a los pescadores por sus actividades, así como la inversión en la gasolina”, expresó.
Señaló que los precios que les paga los intermediarios en ocasiones solo salen a tabla con la inversión, esto si logran traer captura regular, pero cuando la pesca es baja solo ven pérdidas, porque ni siquiera recuperan la inversión del combustible, cuyo litro en la Península de Atasta es de 20 pesos.