Un grupo de habitantes de la comunidad de Nuevo Progreso II, mejor conocido como el Kilómetro 27, se manifestaron en las oficinas del Centro Integrador de Desarrollo de los programas federales, ya que mencionan que tienen dos años sin recibir el pago de lo que era antes Prospera, denuncian desvíos de recursos de parte del funcionario José Manuel Aragón García.
Dijeron que tiene más de dos años que no cobran el programa de Bienestar de la Beca “Benito Juárez” para sus hijos que estudian, por lo que acudieron a las oficinas para saber por qué no les llega el pago, ya que otros de la comunidad sí lo reciben, por lo que piden que aclaren la situación, porque no se han presentado los Servidores de la Nación para decirles los motivos.
Por eso existe inconformidad, pues el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que los que estuvieran en el programa Prospera no serían removidos y desde que inició su administración, no les han pagado ningún apoyo.
Desde ese tiempo les dicen que los pagos están por llegar y no les cumplen, incluso que en el mes de agosto preguntaron varias madres de familia y les comentaron que estaban activas sus tarjetas, pero que no se ha reflejado.
Comentaron que les enviaron un oficio a la coordinación y quedó que Aragón García acudiría al ejido a darles una explicación a las familias, ya que van a las escuelas y los funcionarios dicen que tienen la documentación de cada uno de los estudiantes, pero cuando acuden a Desarrollo Social para que les informen le vuelven a decir que están activas pero tienen que esperar.
Leydi del Carmen Martínez Ramírez comentó que desde el mes de abril del año pasado no ha podido cobrar su apoyo por discapacidad, aunque llegaron a su domicilio a pedir documentos, incluso llegó José Manuel Aragón García, para verificar su estado.
Pero al ver que no llegaban sus pagos acudió a las oficinas de la ciudad de Campeche y le dijeron que su dinero estaba depositado, pero sólo cobraría con otra tarjeta, no con la que cuenta en estos momentos, que estaba equivocada y le habían dado otra que no le pertenecía, pero al acudir al Centro de Desarrollo le comentaron que no pueden hacer nada para solucionar ese problema.
Esta situación les hace pensar que el dinero lo cobra el personal de esta dependencia, pues le dan un número telefónico para comunicarse a la ciudad de México y no los poyan en el trámite.
Posteriormente los inconformes pasaron a la sala para entablar una plática con el delegado de los programas federales en el municipio, los interceptó una mujer cuando se dirigían a la oficina de su jefe y les comentó que no se encontraba en ese momento, lo que los molestó, ya que unos días antes le habían comunicado en un escrito que acudirían a verlo este día.
El funcionario después de escuchar la situación les dijo que no había entendido, por lo que decidieron retirarse, pero le pusieron un ultimátum.
Por Joaquín Guevara