Con mensajes colocados en lonas en puntos estratégicos, vecinos organizados en los diversos sectores de la ciudad lanzaron una advertencia a la delincuencia: “¿Vienes a robar? Piénsalo dos veces, ¡ratero que agarremos, en la madre le daremos!”.
Ante la falta de resultados por parte de la Policía Municipal, habitantes montan guardias y rondines, por lo que se dan a la tarea de vigilar los perímetros de sus colonias ante la ola de inseguridad que se vive en la localidad.
Entre los colonos existe marcada inconformidad debido a que elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) así como integrantes de la Dirección de Seguridad Pública, han sido rebasados por la elevada incidencia delictiva que prevalece en toda la cabecera y en sus cuatro juntas municipales.
El empresario Fernando Sarricolea denunció que los índices delictivos se disparan todos los días, pues al parecer las instituciones encargadas de la impartición de justicia permanecen inoperantes. Según el testimonio, la falta de aplicación de operativos que permitan la desarticulación de las células de los delincuentes es uno de los factores.
El también empresario Rosario Gómez Martínez sostuvo que hasta el momento, pese al trabajo que realizan elementos de la Guardia Nacional (GN) en coordinación con personal de la Dirección de Seguridad Pública y PEP, los delincuentes hacen de las suyas. Finalmente, agregó “no entendemos qué ocurre, quizás es la logística equivocada, los índices y marcadores continúan al alza, los robos se suscitan a toda hora en toda la geografía municipal”.
Por José Valencia