La tarde de ayer un grupo de jóvenes universitarios se manifestó a la altura de la Glorieta del Camarón, con pancartas que mostraban su hartazgo por la violencia que se vive en el País, y que causa indiferencia entre la gente, al respecto, el activista Erick Andrés Canul Villarreal indicó que hace falta la participación de más personas ante las injusticias.
“Es una manifestación contra la violencia en general, de lo que se trata es de generar consciencia entre la sociedad para que disminuya, para que igual muestren su hartazgo contra la violencia; a raíz de lo sucedido con Ingrid Escamilla, se me ocurrió hacer esta pequeña manifestación, porque no hay empatía por la sociedad ante este tipo de hechos”, explicó.
Señaló que tanto los feminicidios como los homicidios y violencia familiar, son temas del día a día, y no importa el gobierno en turno que esté, ya que sigue la escalada delictiva y falta que incluso la ciudadanía presione a las autoridades para que se pongan a trabajar, porque no se están viendo resultados.
“Respecto a la poca asistencia, puedo decir que en redes sociales existe una doble cara, ya que por ahí sí cientos de personas te apoyan con likes, compartir, comentarios, me encanta, pero no tienen el suficiente valor, quizá porque no se impactan con toda la violencia que existe, no quieren enfrentarse a las autoridades; está muy normalizada la violencia”, sostuvo.
Subrayó que otro factor por el que no se manifiestan los ciudadanos es porque la gente le tiene miedo a las represalias que puedan tomar las autoridades, por tanta represión que ha existido a lo largo del tiempo; asimismo, la pena porque nadie les haga caso y que no valga de nada su manifestación.
“El llamado es a crear consciencia, podemos empezar en nuestro pequeño núcleo que es la familia, a generar información entre los niños, que no es normal la violencia, que a cualquiera le puede pasar algo malo, y también, que se genere empatía, que a cualquiera le puede pasar y si no nos unimos, seguiremos siendo índices más: la sociedad debe cambiar su perspectiva, empezando por uno mismo”, argumentó.
Enfatizó que aunque apenas acudieran unas 10 personas, el hecho de estar ahí con sus pancartas, ya manifiestan sus ideas, y los conductores y peatones se detienen unos segundos a leer, y ya se llevan la impresión de lo que quieren transmitir, por lo que al menos están generando algo en la gente qué pasa por el lugar.
“Muchas marchas trascienden, porque aunque la gente no vaya, pues se habla de eso, y aunque les de pena, se quedan con el mensaje, lo ven, y eso es lo que importa, que al menos se detengan, que se lleven un mensaje pequeño que les genere un alto impacto”, concluyó.
(Texto: Dayana Alcalá /
Foto: Romario Sansores)