La campaña del Revolucionario Institucional dirigida a convencer a los ciudadanos de demostrar que son responsables de crear las instituciones en favor del país, “échale la culpa al PRI”, se ha vuelto un cotorreo y denostaciones con la detención del ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, y el viaje a Estados Unidos del dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, sobre todo porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación pidió reponer el nombramiento de los dirigentes estatales en el país, al no acatar la paridad de género.
En redes sociales es donde se puede observar cómo se burlan del PRI y de su estrategia, mediante la cual se pretende redimir ante la sociedad mexicana, o por lo menos atemperar el clima de animadversión en su contra, ante los escándalos de corrupción e impunidad que permea en la mayoría de sus militantes.
La mansión de los 42 millones de pesos
Incluso, el mencionado Moreno Cárdenas, está envuelto en la presunción de recursos de procedencia inexplicable al mandarse a construir una mansión de 42 millones de pesos, en una zona exclusiva de la ciudad capital, cuyos ingresos no le permitirían adquirir, sobre todo cuando en sus discursos de campaña sostenía que no procedía de padres ricos o políticos.
Tras el anuncio de su campaña de posicionamiento, el primer traspié se dio con la detención de Lozoya, y enseguida para desmarcarse, Moreno Cárdenas sostuvo que fue miembro del gabinete de Enrique Peña Nieto, pero no militante priista, sin embargo en las redes sociales exhibieron un mensaje del propio Emilio Lozoya en donde daba a conocer que asistió a un Consejo Nacional del PRI.
En las columnas políticas de medios impresos en la capital del país, también se hizo referencia a la citada campaña y de los avatares que traía consigo, pese a la buena intención de la misma, ya que la retención del ex director de Pemex, es un símbolo de los excesos y de la corrupción que solaparon los gobiernos emanados del PRI.
Además en las mismas columnas se preguntan por qué asistir a la Unión Americana con los mexicanos residentes en dicha nación, cuando se debe convencer a quienes viven en el país de que el partido ya no solapará a los políticos corruptos o que incurran en desvíos de recursos, sin que sean castigados.
Risible campaña de convencimiento
Para los cibernautas es risible cualquier campaña de convencimiento que se instrumente, si en los hechos no se observan acciones concretas en favor de eliminar los actos de corrupción y malversación de recursos en que se acusaba a quienes llegan a ocupar cargos públicos, desde presidentes municipales, gobernadores o Presidentes de la República.
Mucho menos, intentar argumentar que las instituciones con que cuentan los mexicanos, se deben a los gobiernos priistas, cuando estas mismas dependencias de gobierno se encuentran quebradas, en malas condiciones o inoperantes, porque fueron ellos mismos quienes no las fortalecieron o las tienen en las ruinas.
Y ejemplo de ello es la situación que enfrenta PEMEX o la Comisión Federal de Electricidad, en donde intentaron desmantelar las paraestatales para aparentar su ineficacia y venderlas al sector privado.
(Wilbert Casanova Villamonte)