HECELCHAKAN, Cam., 20 de febrero.– Cientos de pobladores, médicos del Centro de Salud, enfermeros, amigos y ex compañeros se dieron cita para darle el último adiós al médico general Yanuario Gilberto Ortiz Buenfil, cariñosamente conocido como el Doctor Nayito, considerado ejemplo de tenacidad, lucha, fortaleza y compromiso con la gente.
El Doctor Nayito nació el 30 de septiembre de 1930 en la ciudad de Mérida, Yucatán, laboró en la Escuela Normal Rural de la ciudad como enfermero y dedicó toda su vida a la medicina, siendo ésta la que lo hizo ganarse cariño, aprecio, respeto y admiración de los hecelchakanenses.
Por su trayectoria y aportaciones, ya que fue un hombre de valor y de valores, a lo largo de su vida construyó gran prestigio y honradez en su profesión al brindar ayuda y respaldo a la gente, por lo que es considerado un ejemplo a seguir por la sociedad.
Ciudadano comprometido, que trabajó todos los días por el municipio, que se dedicó a construir y hablar siempre bien de Hecelchakán, para contribuir en la transformación de la cabecera municipal y de mejorar la calidad de vida de las familias, por su compromiso de trabajo intenso.
Cabe destacar que el galeno recibió la Medalla al Mérito Ciudadano, en el marco de los festejos del Aniversario LXI de la ciudad como municipio libre y soberano, donde agradeció al pueblo y a las autoridades la entrega de la presea, y pidió a la niñez y juventud aprovechar las oportunidades que les otorgan sus padres para que concluyan sus estudios profesionales y sean hombres de bien.
Durante el evento luctuoso, se hizo un recuento de la trayectoria del galeno, significando como un ejemplo para que muchos jóvenes por sus eminentes valores y ejemplo de generaciones, por lo que es considerado un orgullo del municipio donde por muchos años se pudo contar con su ilustre persona.
Al término del homenaje, el féretro del doctor fue trasladado a la iglesia central de la ciudad escoltado por sus hijos, donde le ofició una misa el párroco Jaime Kim Ji Min, con familiares, amigos, ex alumnos normalistas, compañeros médicos y cientos de pobladores, quienes le dieron el último adiós.
(José Manrique Euán Martín)