En las pláticas entre ONU-Hábitat y los vecinos que viven en los derechos de vía del ferrocarril, la propuesta es que se respetará a quienes no deseen la reubicación, sin embargo se expropiaran los metros que le corresponde por derecho de vía a la Federación, reveló uno de los habitantes que pidió compra de casa a terceros para su reubicación.
Cabe puntualizar que ONU-Hábitat informó mediante un comunicado que al menos 20 habitantes de los que se ubican en la cercanía del ferrocarril y que consideran pueden ser reubicados, ya se acercaron a la instancia para conocer los mecanismos mediante los cuales se dará la denominada relocalización.
Al respecto, uno de los vecinos que ya se acercó a la Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), dio a conocer que en su caso pidió compra de casa a terceros como una opción para su reubicación, ya que tiene considerada esta alternativa.
Reveló que no se efectuó la reunión en una oficina, sino en un sitio público (al parecer lo mismo con los demás ciudadanos que acudieron), en donde platicó con las personas del organismo internacional en donde le explicaron sus derechos y la forma de operación de ONU-Hábitat, en el marco de colaboración con el Fondo Nacional de Turismo para el protocolo de relocalización.
De acuerdo a la versión, son extranjeros (posiblemente centroamericana y argentino), quienes hacen las entrevistas, aunque la que se presentó como coordinadora es nacional.
Se le aclaró que no se dará dinero, sino las opciones para contar con la vivienda, ya sea en un fraccionamiento, la construcción en un terreno o la compra de casa a terceros (que fue la opción que pidió el entrevistado), para que el nueve de marzo comiencen las evaluaciones de las viviendas en donde ya se tenga el compromiso.
Incluso reveló que también haya la alternativa de construir en la parte posterior del terreno, si se cuenta con el espacio, una vez de haber utilizado los 15 ó 20 metros de derecho de vía que le corresponde a la Federación para el paso del Tren Maya.
Ya que al parecer sí se construirá una especie de muro de protección o contención como medida de prevención y seguridad a las personas.
Una vez firmada la carta compromiso y terminado los trámites, el día en que se fije para dejar la vivienda, inmediatamente se procede a la destrucción de la misma para ir dejando el espacio del derecho de vía.
Reveló que según parece, a las personas que no deseen la reubicación se les respetará la decisión que tomen, sin embargo se expropiará los metros que por derecho de vía le corresponde a la Federación para la construcción del proyecto ferroviario.
Dijo que según parece ya se tienen 17 viviendas en donde se pueden trasladar las primeras 17 familias que así lo deseen, como parte de un fraccionamiento con ese número de edificaciones y que las ofrece el Gobierno Federal para quienes deseen utilizar esta opción.
También se dijo que otras opciones para las personas que rentan por tener su negocio en los inmuebles cercanos a las vías del ferrocarril, será el pago de tres meses de alquiler en el sitio en donde se deseen instalar mientras se negocia con los propietarios sí se acogerán a la relocalización que se instrumenta mediante la supervisión de ONU-Hábitat.
Y con base al declarante, las familias que vivan en una misma casa se les ofrecerá una vivienda con las dimensiones para alojar, no serán dos o tres para cada una de las familias.
Las reuniones se sostuvieron en la Biblioteca Francisco Sosa Escalante y en un conocido café del centro.
Por su parte en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en donde supuestamente se iba a instalar las oficinas de ONU-Hábitat, manifestaron desconocer que fuera en esta dependencia federal que acogería al personal del organismo internacional para el proceso de reubicación de las familias que viven en el derecho de vía del ferrocarril
. (Wilbert Casanova Villamonte)