Por Yolanda Gutiérrez
A lo largo de todo el día, miles de católicos acudieron a las iglesias y parroquias de Cancún con objeto de recibir en su frente la cruz que se impone el Miércoles de Ceniza, fecha que marca el inicio de la Cuaresma y con ella, el tiempo de ayuno y abstinencia.
Desde las siete de la mañana, hora en la que se ofreció la primera misa, hasta las nueve de la noche, cuando se ofició la última del miércoles, los feligreses se acercaron a los sagrados recintos para que los sacerdotes les impusieran la cruz de ceniza, recuerdo de que todos nos convertiremos en polvo algún día.
La amplitud de horarios en las celebraciones eclesiásticas, que arrancaron a temprana hora en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, con misas a las 07:15, 09:00, 12:00, 17:00, 18:30 y 20:00 horas, marcaron la pauta para que todo católico que así lo desease, tuviera oportunidad de cumplir con el precepto que marca la iglesia católica.
En la Catedral de la Santísima Trinidad la primera misa se celebró a las 07:15 horas y las siguientes a las 12:00, 18:30 y 20:00 horas, en tanto que la Parroquia de Cristo Rey las misas se oficiaron cada hora desde las 07:00 hasta las 13:00 horas y posteriormente, a las 17:00, también cada hora hasta las 21:00 horas.
El Miércoles de Ceniza es para los católicos día de ayuno y abstinencia y es considerado el inicio de la Cuaresma o 40 días de preparación para la Pascua, que culmina el Domingo de Ramos.
Las cenizas que se imponen a los feligreses en forma de cruz se elaboran a partir de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, que tras ser bendecidas por el sacerdote, se colocan sobre la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana.
Mientras el sacerdote traza la cruz emite las palabras “recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir”.
La palabra Cuaresma deriva del latín “quadragésima”, que significa el cuadragésimo día antes de la Pascua, periodo del tiempo litúrgico que comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el Domingo de Ramos, lapso de 40 días de preparación para la gran fiesta de la Pascua y tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados, de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma tiene cinco domingos, además del Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión; es por excelencia, el tiempo de conversión, penitencia y perdón que llama al recogimiento y la meditación.
La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, cuando se origina la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.