SEYBAPLAYA, Cam., 29 de febrero.- A consecuencia de la crisis y la recesión económica que vive nuestro país, familias han perdido el poder económico para adquirir de forma completa la canasta básica; el salario no alcanza, advierten amas de casa, y aseguran que se las ingenian para hacer rendir el salario mínimo que no cubre todos los gastos de alimentación de una familia.
Jorge Antonio Pineda, de 48 años, quien trabaja en obras de construcción desde hace muchos años, dijo que le es complicado adquirir la canasta básica alimentaria para su familia con su salario de alrededor de 3 mil pesos a la quincena.
Precisó que de él dependen su esposa y su hijo de 12 años, por lo que ha optado por excluir de sus compras productos como pescado, algunas frutas y legumbres y adquiere menor porción de carnes. Además tiene que cubrir otras cuentas, como la colegiatura de su hijo.
En contraste, Antonio Delgado, de 67 años, maestro pensionado que alcanzó el último nivel, devenga 9 mil pesos mensuales, por lo que a duras penas le alcanza para la compra de la canasta básica y tratamientos de su esposa, que padece diabetes tipo tres, por lo que asegura que se las ve duras para cubrir los gastos de alimentación y medicinas, con lo encarecido que está el costo de la vida.
Básicos, fuera del alcance de la gente
Aunque el salario mínimo pasó de 88 a 102 pesos, los productos de la canasta básica han quedado fuera del alcance de los que menos tienen, principalmente porque la economía se ha estancado y los trabajadores de los diferentes sectores han perdido drásticamente su poder adquisitivo, señaló el empresario Leonardo Sosa Alvarado.
Indicó que “es necesario buscar que la economía se mueva para beneficio de los ciudadanos, por lo que lamentó que en la realidad, los trabajadores más modestos o sin mayor capacitación ganen de 150 a 200 pesos diarios, mientras que en los papeles oficiales aparezca como una burla una cantidad que ya no alcanza ni siquiera para que una persona compre sus alimentos del día.
Consideró que “resulta indispensable que ese indicador (la economía en el país) se mueva poco a poco, de manera que en algún momento se vean beneficios en los bolsillos de los más necesitados. Es necesario que el IVA baje, con el fin de que la clase trabajadora vuelva a adquirir más productos para su alimentación, pero con menos dinero.
(José Valencia)