Doctores, enfermeros, trabajadores sociales y de servicios generales del Hospital Rural Bienestar al no contar con los equipos de seguridad fabricaron sus propios equipos para no dejar de atender a los pacientes contagiados por coronavirus COVID-19.
A pesar de las autoridades de Salud les han proporcionado los insumos, estos no resultan suficientes ante las decenas de consultas y atenciones diarias, por lo que personal médico, administrativo y enfermeros se preparan en caso de enfrentarse con casos del virus, con su propio material para evitar contagiarse.
Esta situación no sólo se vive en este municipio, ya que la historia se repite en todo el país: médicos que hacen cooperaciones para comprar sus propios insumos, enfermeras que cierran calles porque no hay “ni mascarillas”, y una reconversión hospitalaria que no determina ni por dónde deben ingresar los pacientes con síntomas de riesgo.
Desde hace unos días, el personal médico de clínicas y hospitales como el de Hecelchakán, ha pedido insumos, materiales básicos y protocolo para atender a los contagiados.
La respuesta que les han dado es que se están consiguiendo los materiales y que no faltarán, pero ellos y ellas ya están al frente de la batalla ‘sin armas’, quienes relataron la falta de protección, de apoyo por parte de sus jefes y el propio miedo de contagiar a sus familias.
Hoy en día “no se tiene claro quién necesita la respectiva protección de las mascarillas N95, si los que la traen, o los médicos y enfermeros cuando nos enfrentemos al paciente grave, ya nosotros solo traemos bata blanca y mascarillas sencillas, las cuales solo nos cambiamos en la entrada de la casa, donde muchos incluso ya mandaron a sus hijos con sus abuelos”, cuentan los especialistas sobre lo que se vive en las salas de las clínicas.
Con información de José Manrique Euán Martín
Por Redacción Por Esto!