Seríamos la última generación del apretón de manos, luego de que la forma de interactuar entre las personas se modifique tras concluir la contingencia sanitaria por el Covid-19, señaló el especialista en Ecología de Enfermedades, Juan Manuel Weber Rodríguez, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
El especialista explicó que al culminar la pandemia del Sars-CoV2, que ha provocado que se tomen medidas protocolarias emergentes como el aislamiento y evitar besos y saludos de mano, se prevé que haya cambios permanentes, como mantener las medidas de sana distancia y las formas de socializar.
El especialista señaló que como parte de las repercusiones que deja a su paso esta crisis sanitaria, se modificaría el lenguaje corporal y comunicativo entre las personas, como un efecto secundario, lo que se presentaría en ciertos comportamientos afectivos, como evitar el saludo y los besos.
También precisó que lo que se tiene claro es que “no vamos a regresar a la normalidad en mucho tiempo y se verán cambios permanentes, así como se quedará de manera permanente el mantenimiento de la Sana Distancia”.
“Probablemente seamos una de las últimas generaciones de la parte final del apretón de manos. El saludo de manos entre las personas, más que una muestra cariño, representa la forma de acercarnos y comunicarnos, pero también es una forma de contagiarnos desafortunadamente, pues esta pandemia es el resultado de la destrucción de la naturaleza por el hombre”, aseveró.
Calificó como un disparo al aire este suceso histórico a nivel mundial, “más bien ha sido una advertencia de la naturaleza para darnos cuenta de lo que estábamos haciendo mal, pero el siguiente disparo no puede ser al aire, puede ir a la cabeza y no sólo será un jalón de orejas, puede ser el final de la era del hombre si continuamos tentando nuestro destino”, enfatizó.
Además, explicó que hasta ahora la era del hombre se ha impuesto por encima de la naturaleza, como lo hemos estado haciendo, pero vamos a perder, “porque ella nos ha demostrado infinitamente su poder, así como también ha demostrado de que el hombre no tiene ese poder cómo creía porque este virus vino para quedarse hasta que se cree una vacuna que puede ser en 18 meses, dos años o no sabemos cuánto tiempo”, señaló.
“Si nos peleamos con la naturaleza como lo hemos estado haciendo vamos a perder; la forma de socializar del ser humano tiene que ser diferente, debemos de cambiar y esperemos que nos haya permitido reflexionar todo este tiempo del rumbo e nuestro destino, por lo que vendrán cambios abruptos como desaparecerán los abrazos, los besos, o serán menos frecuentes como lo eran entre la población en general”, señaló.
(Karina Gómez)