De acuerdo al gobierno federal, la nueva normalidad laboral es llevar a cabo la limpieza con la sanitización de los centros de trabajo, y en los hoteles esto abarca las habitaciones y cocinas.
Además, los huéspedes acudirán con cubreboca y deberán cumplir con la sana distancia; a los empleados se les proveerá de los insumos y tendrán que lavarse las manos de forma constante con agua y jabón, así como usar el gel antibacterial.
Todo esto se traduce en gastos que podrían implicar al incremento en el costo de las habitaciones, toda vez que varios hoteleros carecen de liquidez, dijo Victoria Álvarez Casanova, presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de Ciudad del Carmen.
Mencionó que en Carmen la pandemia apenas vive su punto más álgido, y bajo su punto de vista no es tiempo para que se levante la contingencia sanitaria.
“Pero si se hace será porque la economía se está yendo a pique, porque si no les mata el COVID-19 los acabará la hambruna, por la falta de empleo y liquidez”, afirmó, y reiteró que desconocen cómo sobrevivirán a esta situación.
“La sanitización en los edificios es muy cara. Si los artículos de limpieza de por sí eran costosos, ahora con la pandemia se elevaron los precios. Por ello, pienso que cuando iniciemos con la nueva normalidad laboral habrá incremento en el costo de habitaciones, porque el precio de cuartos se desplomó cuando entró en vigor la Reforma Energética, de hace cuatro años, y esa crisis hoy sigue afectando a los hoteleros”, indicó.
Señaló que de por si la cuestión estaba difícil y ahora con esto va ser más crítica la economía de los hoteleros y si no se recuperan económicamente considera que varios socios de esta organización se retirarán del servicio de hotelería, pues el problema es que la pandemia agarró a muchos agremiados sin dinero, por los cuatro años de crisis por la Reforma Energética que los dejó sin reserva económica.
“Ahora, la nueva normalidad laboral será un nuevo proyecto para los negocios y a todos les va pegar: a hoteleros, restauranteros, comercios varios, pero en los hoteles y restaurantes va ser más difícil porque tienen muchos empleados, y especialmente en la cocina porque allí se llevará a cabo mucha sanitización. Además, los tapabocas son caros, cuestan entre 80 a 100 pesos, y se le tiene que proporcionar al trabajador de forma iaria, va ser un gasto que no estaba contemplado anteriormente”, agregó.
Manifestó que en cuanto a las pérdidas en el sector hotelero, durante esta pandemia, aún no han hecho un balance, pero están perdiendo todo. En lo personal, dijo que desconoce cómo va abrir, porque no tiene empleados, y así como ella, existen unos 20 hoteleros locales que cerraron sus puertas por esta contingencia sanitaria y no saben cómo iniciarán de nuevo con las actividades.
Con información de Fernando Katún.
Por Redacción Digital Por Esto!
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