HOPELCHEN, Cam., 7de junio.- Luego de cinco días de fuertes lluvias en Iturbide, el nivel del agua desciende lentamente y en los albergues hay gente que espera que ello ocurra para regresar a sus hogares, en tanto la Policía Estatal y grupos de ciudadanos recorren la población para apoyar a las personas que han sido afectadas por los grandes volúmenes de agua acumulados y que se desalojan con dificultad, porque los drenes que se abrieron rápidamente se saturaron.
En Iturbide se habilitaron varios centros educativos como albergues, como la primaria Dr. Héctor Pérez Martínez y los jardines de niños Vicente Guerrero y Sor Juana Inés de la Cruz.
Mecanizados, viviendas, calles y caminos con accesos a otras comunidades se han visto afectados por las lluvias y en este entendido se encuentran los caminos y carreteras de Nuevo Progreso y la comunidad de Ramón Corona. Son pocas las personas que han podido regresar a sus viviendas, ya que las aguas alcanzan los 30 cm en las partes más altas y en contra parte en las partes más bajas es muy complicado que la gente regrese a sus casas, porque el nivel tiene más del doble de altura.
El apoyo del personal de la Secretaría de la Defensa Nacional ha sido importante al igual que el de las policías que se han coordinado con la población en desgracia y en la tarde noche del sábado, los militares dejaron la comunidad para dirigirse a Ramón Corona, donde la situación no cambia mucho y el camino pavimentado tiene un tramo donde el agua alcanza el metro de altura y al parecer se ha estancado, porque ha bajado muy poco su nivel desde el cese momentáneo de las lluvias los días viernes y sábado.
En la colonia menonita de Nuevo Durango, quienes han tenido oportunidad de acercarse a Ramón Corona, refieren que el agua ha llegado a niveles nunca antes visto, afectando cultivos de calabaza, incluso insumos agrícolas como fertilizantes que estaban en bodegas en espera de ser utilizados para la siembra de maíz y sorgo para la temporada primavera-verano 2020.
Lo mismo ocurre en la colonia menonita de Nuevo Progreso, hasta el jueves algunos alcanzaron a salir hacia Iturbide, a pesar de que el agua les alcanzaba arriba de la rodilla y la corriente era intensa. Los seguidores de Meno Simons dicen haber sufrido graves inundaciones durante el paso del huracán Gilberto en 1988 e Isidoro en el 2002, pero en esta ocasión las lluvias han sido constantes y los pozos de absorción han servido de poco para desalojar las aguas, incluso la fuerza de las corrientes han roto los bordos y las aguas por su propia naturaleza busca por dónde irse.
Ariel Can Chi, quien trabaja en las colonias menonitas de Nuevo Progreso y Nuevo Durango como ayudante en el manejo de vehículos y maquinara agrícola, asegura que esta situación es muy lamentable, porque los menonitas ya habían trabajado la tierra dejándola lista para la siembra y fertilización, incluso algunos sembraron calabaza como una actividad complementaria, pero las lluvias han acabado con la inversiones y en consecuencias las pérdidas económicas no son cosa menor.
Precisa que las afectaciones en las colonias menonitas no sólo afectan a estos productores, sino también a la gente de Dzibalchén, Iturbide, Ramón Corona y otras comunidades cercanas, ya que muchos encuentran trabajo como fleteros de insumos y gente, sino también tienen trabajo durante la siembra, trasplante, cultivo y las tareas propias del campo y cosechas de frutas y hortalizas como chile, tomate, papaya, sandía, entre otros. “La región de Iturbide requiere de apoyos institucionales para pasar estos malos momentos y también de un programa emergente de rescate a las actividades agropecuarias, entre ellos la agricultura, apicultura y ganadería”.
(Jorge Alberto Uc Moreno)