Desde que inició la pandemia, los mil 317 convictos de los dos penales del estado no han recibido atenciones médicas, los alimentan con lo mínimo y no cuentan con condiciones para evitar contagiarse del SARS-CoV-2.
El testimonio de un reo del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén, confirmó que alrededor de 100 o 150 presos se encuentran confinados en el área de visita conyugal, porque presentan los síntomas del COVID-19.
“No hay cubrebocas, no hay gel desinfectante y si quieres esas cosas las tiene que pasar la familia; de hecho la comida la pasa la familia cuando viene”, reveló un interno durante una entrevista, tras la reanudación de las visitas en el penal.
Reveló que dentro de la prisión no existen garantías para no enfermarse y que sólo los custodios usan cubrebocas y evitan el contacto con la población reclusa.
Para este prisionero que purga una sentencia de varios años, el castigo no sólo es la privación de la libertad, sino todo lo que lo que vive allá adentro como el no tener una alimentación digna conforme lo que manda la Ley.
“Comemos restos de carne de pollo, nada más una comida de una presa y un poco de agua del caldo, un poco de arroz y cuatro tortillas”, narró el interno.
Indicó que la comida la llevaban los familiares pero era entregada a los guardias; a raíz que se reanudaron los días de visitas pudieron recibir los alimentos directamente.
“Además de la comida, nos dan dos panes y café en la noche y lo mismo en la mañana, no más”, dijo este convicto, que forma parte de los 989 que conforman la población total del penal de Kobén.
Carencias
El interno expuso que en una celda hay de tres a cuatro personas que comparten el baño y, a diferencia del resto de las áreas del Gobierno estatal que si fueron desinfectadas, las autoridades no han hecho una limpieza o sanitización en el interior del penal de Kobén desde que se declaró la existencia de la enfermedad en Campeche.
Apuntó que es importante que la gente sepa que desde hace un mes ya hubo decesos en esa prisión y el sistema penitenciario del estado no atiende las necesidades sanitarias.
“Nosotros somos los que hemos hecho las limpiezas en nuestras celdas y compramos cloro para mantener lo más limpio posible. Nuestras familias son las nos pasan los cubrebocas, de hecho fallecieron siete personas acá; en la galera ‘PC1’ murió un tal Jesús originario de Escárcega. Tiene como mes y medio que fallecieron, no nos dijeron las causas pero nosotros sabemos que fue por coronavirus”, confesó.
Contó que antes que esta persona falleciera lo subieron al área donde estaba y los contagió, ya que al poco tiempo empezaron a tener síntomas.
“Nos había dado tos, algunos nos salvamos, este señor fue compañero de otra persona, de uno que le dicen el ‘Chapo’, de hecho bajó la familia desde Escárcega, pero cuando se lo llevaron a Campeche a mitad de camino falleció”, relató.
Dijo que aunque el área designada para los que presentan padecimientos de la enfermedad es el de visita conyugal, a veces los guardias los dejan confinados en sus celdas junto al resto de la población, a su suerte.
“A las personas que presentan síntomas los meten al área de visitas conyugales, pero cuando quieren, porque no los obligan, a veces los dejan en sus celdas hasta que les llegue la muerte”, sostuvo.
Narró con tristeza que no hay médicos que estén al pendiente de ellos.
“Acá no hay nada de eso; nos bajaron a checar hace tres semanas, bajaron unos médicos de Campeche que dijeron que no había coronavirus y listo, tomaron la presión y sacaron muestras de sangre a algunos. No nos han hecho pruebas de COVID-19, estamos abandonados”, reiteró el preso.
Hacinamiento
Aunque la cifra de 49 contagios registrada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es la única oficial, Miguel Ángel Ucán Huchin, abogado postulante en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, aseguró que la cifra en realidad bordea los 150 en el penal de Kobén y es de alrededor de 100 en el de Carmen.
El hacinamiento por celda que mencionó el reo es similar al que fue denunciado por Cleotilde Herrera Díaz, coordinadora estatal del Centro Internacional de Justicia Alternativa de los Derechos Humanos, quien afirma que en el Cereso carmelita viven hasta seis presos en una sola celda.
De acuerdo al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social del Gobierno Federal, en el penal de Kobén, los 989 presos que existen ocupan el 70. 64% de la capacidad, que no rebasa los mil 400 espacios. En Carmen, la población de presos es de 328 y representa el 85.86% de los 382 espacios disponibles.
Por Agustín Ferrer