Albañiles que trabajan en los panteones municipales de las colonias Unidad Esfuerzo y Trabajo Número 2 y La Jeringa, afirmaron que representa un riesgo construir las bóvedas y otras labores inherentes, ya que corren el riesgo de contagiarse con COVID-19, pues deben enterrar a las personas que murieron de esta enfermedad, pero sin medidas de prevención.
Aunque manifestaron que la necesidad los obliga a laborar en estos lugares aun sabiendo del grave peligro, acusaron que ninguna autoridad verifica que se cumpla con los procedimientos dictados por el Sector Salud (SSA) para estos casos.
Reiteraron que sepultan cuerpos infectados con coronavirus, pero estos debían ser cremados; sin embargo, al no existir un crematorio en la localidad, el protocolo no puede llevarse a cabo.
Ante esta problemática, el grupo de trabajadores coincidió en mencionar que la autoridad debería implementar el uso de bolsas para cadáveres, y así, una vez aislados del ambiente, entonces utilizar la caja mortuoria, pues con esto se evitará que el virus se propague.
Señalaron que el mal puede infectar a los visitantes al campo santo y a los que ahí laboran, ya que a los pocos días del entierro el cuerpo empieza descomponerse y libera gases, los cuales podrían desatar un brote de contagios.
Finalmente, los albañiles manifestaron temor y esperan que no resulten perjudicados al respiran el ambiente del lugar, lleno de ciudadanos que fallecieron por SARS-CoV-2.
Por Joaquín Guevara