Campeche

COVID-19 se roba espíritu patrio en Campeche

La contingencia sanitaria por COVID-19 se roba el espíritu del mes patrio entre los campechanos.
Foto: Lucio Blanco

El espíritu del mes patrio no permea con la misma intensidad que años anteriores en Campeche; la pandemia del coronavirus y su impacto en la economía local y nacional se refleja en que no se observa vendedores de artículos relativos a la efeméride histórica y pocos establecimientos colocaron algo relativo a esta fecha.

En el Centro Histórico de la Ciudad, en donde se concentra la actividad comercial y política del Estado, pocos establecimientos tienen motivos alusivos al mes patrio.

Noticia destacada

Amparo contra Tren Maya en Campeche es legítimo

Noticia destacada

Ignoran uso de cubrebocas en Ciudad del Carmen; piden sanciones

Sólo el Palacio de Gobierno luce decoración alusiva a la fecha, con un escudo que se ilumina por las noches; en Palacio Municipal no hay ningún adorno que haga referencia a la Independencia de México ni tampoco en el Palacio Legislativo, en donde los diputados tampoco se esforzaron por contribuir con este hecho cívico. 

Además, en ningún otro negocio se vio que colocaran uno de los símbolos patrios representativos.

En ciertos negocios que ofertan telas, se comercializa este tipo de producto para hacer vestidos, cortinas, sábanas y manteles alusivos a las celebraciones: en otros, los maniquís fueron adornados con camisas que hicieron juego con los colores de la bandera y de esta manera hacen referencia a la conmemoración de la Independencia de México.

En algunos comercios, se aprovechó la ocasión de la pandemia para colocar en las imágenes cubrebocas con el Escudo Nacional, en donde el águila resaltaba en este nuevo instrumento de las medidas sanitarias instrumentadas por las autoridades para evitar el contagio del coronavirus.

En la calle 59, en donde ya comenzaron a abrir los negocios, los pocos que brindan sus servicios tampoco tienen una decoración relativa a la Independencia Nacional.

Y sobre todo, no se observan los tradicionales vendedores de artículos patrios que desde comienzos del mes comenzaban a pulular por todo el recinto amurallado, mercado y demás puntos de la ciudad.

Los ambulantes que intentan obtener ingresos, ante la paulatina reactivación de la economía nacional, son los que caminan por la calle 53 y alrededores del mercado principal “Pedro Sainz de Baranda”, pero no tienen banderas, adornos, sombreros, trompeta y la diversidad de objetos que se acostumbraba ver para estas fechas.

 Por Wilbert Casanova