El regreso a clases en línea, provoca que en los niños y existen síntomas de estrés tales como dificultad para dormir, pérdida de apetito, irritabilidad, retraimiento, dolores de cabeza o de estómago, llantos y rabietas, por lo que se le tener tolerancia, alertó el director del área de salud mental de la Secretaría de Salud, Luis Miguel López Cuevas.
Exhortó a los padres a no presionar a los pequeños, especialmente a los de edad preescolar si presentan ciertos comportamientos negativos al darse cuenta que no volverían de forma física a las aulas, esto, según el especialista por no tener lo que quieren, en su mayoría es jugar, tener acercamiento con sus compañeros y la distracción de estar en un entorno diferente al hogar.
“Comprender esto genera que los padres se preocupen de más porque muchas veces no prestan atención a las clases vía televisión o medios electrónicos como tabletas. Les causa tristeza, nostalgia, pero si como padres les enseñamos que pronto va a acabar entonces generaremos menos estrés en ellos. Creo que quienes se estresan más con los padres y no los hijos” comentó el psicólogo.
Precisó que la edad de tres a cinco años, el aprendizaje en los infantes se obtiene a través de juegos, utilizando herramientas lúdicas, sin embargo, lo complicado es hacer entenderlos que por el momento las clases tiene que hacerse de esta forma.
Para lograr una mejor actitud, recomendó que los reforzamientos educativos en casa se deben hacer con el día a día, es decir, enseñarle formas, colores, números y demás con objetos de uso diario en el entorno familiar.
Advirtió que el peor error que se puede cometer en este cambio de clases es que los menores le presten la mínima atención a sus docentes por lo que los padres deben buscar estrategias diferentes y atractivos.
“La atención en esas edades es muy corta así que es normal que los hijos de levantes, se distraigan por eso debemos ayudarlos con alguna canción, y lograr que en 20 minutos que estén sentados será ganancia. Ahora comprendemos la labor titánica que tienen los docentes para que sus chicos se mantengan sentados y elaborando sus actividades”.
Señaló que, en caso de que el pequeño no preste atención o no quiera hacer sus actividades no es un referente para considerar que tienen algún problema, ya que conforme pasen los meses y años, de forma natural empezarán a comprender y entenderán muchas de las enseñanzas.
Recomendó a los padres de familia tener una mayor tolerancia y paciencia a la frustración para poder transmitirle paz y tranquilidad a sus hijos “si nosotros no toleramos la frustración y no aprendemos a comunicarnos con ellos no podremos pedirles a nuestros hijos.
La principal recomendación es buscar medios que son gratuitos en temas educativos, también, acercarse a los docentes y pedirles recomendaciones para poder trabajar porque ellos son los expertos”
Finalizó recalcando que los castigos para los niños de preescolar lejos de beneficiar o alentar a que presten atención generará frustración y menor interés en las clases, además de enojos e irritabilidad asociando la escuela como algo negativo.
Por Jorge Chan
Por Redacción Digital Por Esto!
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