La Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas e Infraestructura (Seduopi), a cargo del extitular Edilberto Jesús Buenfil Montalvo, erogó la suma total de 850 mil pesos a la empresa “Edificación Aplicada del Sureste” para colocar e instalar mobiliario urbano, asta bandera y tapete decorativo en pavimento en el muelle turístico del malecón Justo Sierra.
En el documento SEDUOPI/SOP/AD/001/2021 disponible en el portal de Transparencia, la única especificación sobre las características del tapete es “rosa de los vientos”; además, el contrato se llevó a cabo bajo el tipo de procedimiento de adjudicación directa y el representante de la empresa fue Jorge Luis González Ruiz, hijo del diputado y exalcalde capitalino Jorge Luis González Curi, quien además tenía experiencia en Obras Públicas, pues el último cargo público que ocupó fue en 2012 como el titular de la hoy Seduopi.
Lo delicado del asunto es que el dueño de “Edificación Aplicada del Sureste” es también sobrino del ex gobernador José Antonio Gutiérrez Curi, con lo que se confirma el nepotismo y conflicto de intereses. De acuerdo con la Contraloría General nacional, un conflicto de intereses es cuando “un interés laboral, personal, profesional, familiar o de negocios de la persona servidora pública pueda afectar el desempeño imparcial, objetivo de sus funciones”.
Como era de esperarse, los priistas antes de abandonar el gobierno estatal colocaron la cereza del pastel a su administración llena de malos manejos, pues el documento obtenido por medio de la Plataforma de Transparencia reveló el otorgamiento de un obsequio a la familia de los González Curi, ya que la obra en mención no fue licitada.
Si bien la obra es real, en recorrido por la zona ya se puede notar que, a menos de un año de haberla concluido, las condiciones son deplorables, ya que las rejillas instaladas muestran una notable corrosión, el material con el que fue cubierta la plazuela del sitio se ha desprendido y algunas luminarias de los alrededores se han fundido, pues de las casi 10 que existen en igual número de metros, cuatro permanecen apagados en la actualidad.
Además, las bancas que menciona el contrato no están en la zona del asta bandera como se especifica, sino en el área del malecón a la altura del Parque Acuático
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JG