Los ejidos forestales en Campeche registran seis problemáticas que impiden el desarrollo económico de la actividad, aunado a que la producción maderable registra grandes contrastes atribuidos particularmente a variaciones en políticas públicas, advirtió la investigadora Elsa Torres Zapata en su texto “Integración productiva y organizativa de los ejidos forestales de Campeche y Quintana Roo”.
La investigación está incluida en el estudio “Las empresas sociales forestales en México. Claroscuros y aprendizajes”, de Gonzalo Chapela, que publicó el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible A.C., donde enumeró que los desafíos son dependencia de compradores y prestadores de servicios; dificultades en la cadena de abastecimiento; obstáculos políticos e institucionales; corrupción, problemas de los servicios técnicos forestales y baja competitividad.
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Al desglosar la problemática del manejo forestal comunitario en Campeche y Quintana Roo, en el rubro, “dependencia de compradores y prestadores de servicios”, precisan que en Quintana Roo la elaboración de los Programas de Manejo Forestal (PMF) es subsidiada, en su mayoría, por dependencias gubernamentales. Mientras que en Campeche lo pagan los compradores, lo que representa para los ejidos un compromiso de venta que, en ocasiones, les limita la posibilidad de ofrecer su madera en otros mercados y obtener mejores precios.
La apropiación del manejo forestal por los ejidos propicia que sean acreedores a frecuentes sanciones por faltas administrativas o el incumplimiento de las normas del manejo forestal, desconocidas para los productores. Pero, sobre todo, que no formulan proyectos de inversión desde la perspectiva comunitaria para la transformación secundaria; es decir, para la producción de muebles, acabados, pisos, molduras, etcétera.
En las “dificultades en la cadena de abastecimiento”, revelan que en la mayoría de los ejidos de los tipos III y IV, tanto de Quintana Roo como de Campeche, cuentan con maquinaria y equipo obsoletos (grúas, treefarmers, tractores, etcétera), lo que eleva considerablemente los costos de producción.
Apenas unos cuantos ejidos cuentan con caminos transitables durante todo el año. Hay bajos y zonas inundables que en la temporada de lluvias reducen el acceso del equipo de extracción.
En el concepto “Obstáculos políticos e institucionales”, los puestos clave en el sector forestal como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en ocasiones son usados con fines políticos, lo cual refleja desinterés en la problemática del sector e impacta negativamente en el desarrollo de la actividad silvícola.
En corrupción, “puede ser vista como la causa y la consecuencia de la sobrerregulación y de la poca claridad en las atribuciones de los organismos que norman, regulan y vigilan la actividad forestal”. Los abusos más frecuentes ocurren en la revisión de las autorizaciones.
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JG