Campeche

La alimentación del ganado ha mejorado; sólo resienten la baja producción de becerros

El expresidente de los ganaderos de Santa Cruz, Remigio Rodríguez López, señaló que después de la severa inundación de finales del 2020, los últimos cuatro meses han sido buenos para el sector ganadero, principalmente porque se lograron recuperar los campos y se dejó de sufrir con la alimentación del ganado.

Señaló el temor que se vivió de que el río volviera a crecer y resultar con más pérdidas en el hato y recordó que fueron más de mil 500 animales los que murieron; esto llevó a que se vendiera ganado, sobre todo becerros, lo que está provocando que se mantenga la escasez de leche en el municipio.

Señaló que en la zona del ejido Santa Isabel, así como en la parte del río, apenas si están logrando ordeñar en conjunto los diez productores unos 400 litros diarios que depositan en tanque de enfriamiento para venderlos a compradores provenientes de Macuspana, aunque dijo que sabe que hay otra cantidad que igual comercian con quienes elaboran queso y algunos locatarios del mercado público que lo utilizan para la preparación de las bebidas que venden.

Dijo que ahora el problema que están enfrentando los ganaderos es que vendieron sus becerros y que las vacas, debido a que sufrieron mucho por la escasez de alimento durante y después de la inundación, no están teniendo crías, por lo que la producción de becerros es casi nula; esto incluso llevó a la palpación rectal para detectar preñes en bovinos.

Afirmó que esta es una técnica de diagnóstico ginecológico que suele emplearse para saber de preñeces, generalmente a los 35 o 40 días y establecer eventos futuros, lo que ayuda a la eficiencia reproductiva del hato al diagnosticarse anormalidades o patologías reproductivas o el retorno al celo más temprano posible en las vacas.

Mencionó que esto es importante ya que con el diagnóstico los ganaderos pueden tomar decisiones de vender las vacas o mantenerlas, lo que desde luego es complicado ya que se requieren recursos para pagar a un profesional que realice esta acción, por lo que dijo que traerá consigo que la producción de leche se mantenga baja y únicamente queda el recuerdo de finales del siglo pasado, cuando se ordeñaban ocho mil litros diarios, bonanza que se perdió por enfermedades como la brucelosis y tuberculosis, que obligó durante la cuarentena a vender a miles de vacas. 

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CC