Pese a que en la entidad es legal que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio, son pocas las solicitudes y según la coordinadora estatal de la Red de Mujeres Trans y Defensora de los Derechos Humanos en pro de la Diversidad Sexual y Género de Campeche, Esmeralda Montserrat Alonzo Aguilar, los trámites son tediosos.
Además, atribuye el cambio de identidad de género y el concubinato igualitario lo que detiene a quienes desean contraer nupcias.
Alonzo Aguilar asegura que el tema va más allá de lo legal, ya que se trata de la búsqueda de estabilidad y seguridad para la pareja, pues a diferencia de los matrimonios convencionales no cuentan con leyes que los amparen.
“El matrimonio es un contrato que beneficia y protege a los cónyuges con pensión, indemnizaciones, en el caso de divorcios, separaciones o fallecimiento, en el tema de los bienes y la sucesión de los mismos, pero a nuestra ley le falta legislar sobre el concubinato igualitario, el cambio de identidad de género”, señaló.
Estas dos razones las consideró limitantes para la realización de enlaces matrimoniales con mujeres trans, por lo que dijo que el primero paso es la aprobación de cambios de identidad, porque al no realizarse ese cambio, aparecería en su acta de matrimonio su nombre de varón.
“Falta que se autorice en el pleno la Ley de Identidad de Género para tener la concordancia de la imagen con la persona y el “yo” legal, esto agilizará los trámites para las chicas trans y a su vez culminen una relación con un matrimonio legal”, señaló.
Posterior a ello, se debe modificar y aprobar un matrimonio igualitario, mismo que hasta el momento no se realiza en Campeche y mucho menos es recurrente, ya que, las personas que desean dar este paso, deben solicitar una especie de “permiso” ante el Registro Civil para poder contraer nupcias.
En el tema sentimental, dijo que sí existe el matrimonio estable igualitario real, pues a lo largo de la vida ha sido testigo de casamientos duraderos, estables y con miras a estrechar aún más los lazos más afectivos.
Trámite tedioso
Dijo que los trámites son complicados, porque deben llenar requisitos como cualquier otra persona, pero también tienen que solicitar un permiso ante el Registro Civil y esto tarda aproximadamente una semana; sin embargo, con la pandemia esto se alarga porque se debe agendar una cita, luego se llevan las solicitudes, después se revisan y de allí se autoriza, ya que se decide si se puede o no casar, y por último se realiza el acto protocolario.
“A diferencia de los matrimonios normales, nosotros tenemos que pasar por un proceso de autorización y eso es hasta cierto punto incómodo y podría realizarse una discriminación pasiva porque existe una línea delgada entre el trámite y la discriminación, porque en un principio te dicen que sí se podrá realizar y luego te ponen trabas”
Ideologías
Señaló que otros factores son la ideología, religión y machismo que impera en la mayor parte de la población campechana, pues asegura que la educación en casa no ha sido suficiente para crear ciudadanos empáticos.
Dijo que en la entidad hacen como que incluyen, pero sólo se trata de una forma de hacer creer a la sociedad que existe un respeto y apoyo hacia la comunidad, aunque es evidente que esto es sólo para unas cuantas personas.
14 de febrero
Para la también activista social la celebración del 14 de febrero es un pretexto para fortalecer los lazos de amor no sólo con las parejas, sino con la familia, no obstante, asegura que todos los días celebra el amor y la amistad con sus seres queridos, pues refiere a la vida como pasajera, momentánea y fugaz.
SY