La falta de planeación para la custodia de la Isla de Jaina es lo que ha propiciado el saqueo de las piezas prehispánicas que comenzó desde el siglo XIX con el uso de las piedras de los vestigios arqueológicos para la construcción de una finca cercana y que continúa sin detenerse, aseguró el arqueólogo Florentino García Cruz, mientras que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informa que sólo dos denuncias se han interpuesto por este delito desde el año 2016.
Tras el anuncio de la casa de subastas Christie´s de que el próximo 9 de febrero rematará 33 piezas prehispánicas, de las cuales nueve son de la cultura maya, incluido un dignatario cuya figurilla procede de la Isla de Jaina, hubo un pronunciamiento de las autoridades mexicanas, tanto del INAH como de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
García Cruz recordó que desde hace 35 años que ingresó a la institución sabe de reportes de saqueos en la Isla que todavía persisten.
Al hablar de la vigilancia en el que fue un centro ceremonial maya, solo especificó que “actualmente el mantenimiento y la seguridad del sitio están a cargo de personal de custodia del INAH”, sin abundar en cuántos son ni cómo reportan la intrusión de posibles saqueadores.
El arqueólogo dijo que el problema que prevalece es de la custodia y planteó la necesidad de un plan hecho por profesionales para vigilar la isla y ponerle freno al saqueo que se presenta.
Señaló que los responsables de diseñar esta estrategia son la Sección de Arqueología del INAH y la Dirección del INAH.
Consideró que la subasta de estas piezas en el extranjero es producto del descuido por no contar con acciones que inhiban el pillaje de piezas, sobre todo porque existe gente comprometida con la arqueología e incluso que puede contribuir a proteger Jaina.
Aunque apuntó que lo peor es que los casos de extracción ilegal de vestigios también involucran a profesionales de la arqueología.
En la isla de Jaina se tienen las piezas con la mejor calidad y abundancia que en otros sitios cercanos al área, a las que extinguieron la depredación desmedida como ocurrió en Isla Piedras o en Can Balam.
Consideró que si en Jaina aún perduran piezas es debido a que se contó con la presencia de elementos de la Secretaría de Marina (Semar) quienes resguardaron el sitio durante un tiempo; pero insistió en que no suficiente la custodia actual.
SY