Bajó la demanda para el sector restaurantero y hotelero en las ciudades de Seybaplaya y Champotón durante la primera semana delSemáforo Epidemiológico Amarillo; sin embargo, empresarios del ramo solicitaron a la Secretaría de Salud (SSa) del Estado que analice reducir el aforo y no obligar al cierre para evitar una catástrofe económica.
“Los establecimientos no aguantarían, terminarían en la quiebra por no abrir, ya que aún no se reponen del pasado cierre”, afirmó el empresario Julio César Novelo Vásquez.
Advirtió que con el Semáforo Amarillo el consumo se reducirá más en el sector restaurantero, al igual que la ocupación para los hoteles, por lo que habrá un impacto negativo y consideró que las autoridades de Salud deben considerar que se mantengan abiertos los establecimientos, pues “un segundo cierre no lo soportaríamos”.
Novelo Vásquez refirió que la asistencia de comensales se ha visto reducida en los últimos días, al reducirse la movilidad de viajeros ante un posible rebrote, por lo que se cuidan y dejan de consumir; sin embargo, al notar que los establecimientos cumplen con las medidas sanitarias, sí consumen, aunque poco, pero hay liquidez en los establecimientos.
Abundó que estos negocios cumplen con las medidas de mitigación, además de la instalación de filtros en la entrada de los establecimientos, en donde se toma la temperatura a los clientes, y se facilita lavarse las manos, hacer uso de gel antibacterial, los menús de los platillos son digitales que directamente pueden leer los comensales en sus dispositivos móviles.
“Preferimos que se reduzca el aforo y tener bajos ingresos a que cierren los establecimientos, pues nos llevarían a la quiebra”, subrayó.
Al finalizar, expuso que es preferible quitar el consumo de bebidas alcohólicas pues recordó que no podrán recuperarse de las pérdidas por el primer año de la pandemia.
SY