Los 50 ganaderos entre pequeños y grandes de la comunidad de Atasta Pueblo y que en general tienen unas dos mil cabezas de ganado, temen que en esta temporada de seca mueran unas 500 reses como sucedió en las pasadas inundaciones de octubre a diciembre del año pasado, mencionó el pequeño productor y comisario ejidal de citada comunidad Herminio Munguía Jiménez.
Expresó que los ganaderos de Atasta Pueblo pasan por situaciones difíciles, ya que en la temporada de inundaciones por las fuertes lluvias y las crecientes de mareas ocasionadas por los frentes fríos desde octubre del año pasado las cuales afectaron los campos y potreros, contaminaron el agua dulce con salada, y mataron todo el pasto que sirve alimento a las reses.
Agregó que en esta temporada perecieron unas 500 cabezas de ganado por la falta de alimento, así como de agua dulce y que no pudieron movilizar a tiempo a parcelas de las comunidades aledañas como San Antonio Cárdenas y Nuevo Progreso que tienen terrenos un poco altos.
Indicó Con los pastos muertos y contaminación de los campos con el agua salada en la comunidad de Atasta, los productores de ganados quedan en estado de indefensión, por ello, algunos ganaderos optan por vender, ya que el animal bajó de peso, y el precio por kilogramo desciende.
“Actualmente el kilo de becerro destetado se encuentra a 40 pesos y la becerra en 35, y al parecer en el centro de país no compran el animal porque subió el costo del maíz a nivel nacional, además, son pocos los mercados nacionales que se encuentran abierto para la compra de los animales; y la res solo se comercializa a nivel estado y en cantidad mínima”, aseguró.
Añadió que ahora con la temporada de seca que afecta a toda la región e incluso el país los ganaderos de esta comunidad temen que perezcan otras 500 reses, debido a que el intenso calor mata el pasto, además de que los jagüeyes se secan y varios pequeños productores no tienen implementado o construido bebederos de los animales.
Dijo que los ganaderos de esta micro región desde antes que inicien las campañas pidieron apoyo al gobierno del estado, para que les dote con pacas de forrajes para los ganados y que se los vendan a costo para que no golpear la precaria economía de los ganaderos, toda vez que, con las inundaciones en los campos en los meses citados, pagan 300 pesos al mes por ganado al quien les renta los terrenos altos.
“Un ejemplo, yo cuento con 30 animalitos y estoy pagando por ello, nueve mil pesos mensuales, y en cinco meses ha pagado 45 mil pesos al arrendador del potrero, más el alimento de los ganados, por ello, pedimos con tiempo al gobierno del estado que nos apoyara, sin embargo, no obtuvimos respuestas favorables”, expresó.
GCS