Información proporcionada al reportero de este rotativo – de fuentes internas al núcleo del Partido Revolucionario Institucional en (PRI) Campeche – revela el esquema de trabajo de los denominados “grupos de choque”, los cuales se encuentran “listos” para favorecer al partido en los próximos comicios del 6 de junio.
Hasta el momento, el grupo creado por tres líderes coloniales –supeditados por la cúpula del PRI en la entidad – cuenta con un estimado de 300 integrantes divididos en el sector Norte de la ciudad.
Un grupo de choque es un fenómeno político que sobrevive a partir de una serie de pacto de poderes, que garantiza impunidad y protección, a cambio de servicios de carácter político, que tiene como objetivo último controlar, amedrentar, desorganizar y, por ende, subordinar a un sector naturalmente contestatario y crítico. Ante esto, estamos frente a un fenómeno “esencialmente político” que se sustenta en prácticas violentas y de carácter delictivo.
Armados con piedras y palos, dicho grupo, aseguraron las fuentes a través de testimonios y pruebas, esperaría la orden “para intervenir en las elecciones si los resultados preliminares no favorecen”. Esta agrupación ya se preparó, organizó y financió desde antes de que iniciaran el actual proceso de campañas.
Esta no será la primera vez que han intervenido en los procesos electorales para intimidar a los votantes en casillas de las colonias Minas, Cumbres, Diana Laura y Mirador.
La estructura de los citados grupos de choque “funciona desde los altos mandos” del Revolucionario Institucional que, a través de sus líderes seccionales, convocan a los “sublíderes” de colonia para “defender la elección”.
Informes
De acuerdo a los testimonios, quienes han trabajado desde hace décadas a favor de este partido a cambio han recibido miles de pesos para el pago de cada participante de los grupos de choque.
“Los pagos a los participantes son desde dinero en efectivo, cervezas, ‘fiesta’ y ‘galletas’ de piedra de cocaína al finalizar la jornada electoral”.
Estos contingentes se dividen en subgrupos -cada uno con un líder- quien se comunica vía radio de corto alcance con los demás dirigentes “para mantener vigilada la zona caliente”, que es la más cercana a las casillas electorales. Además, agregó el testimonio, que ahí mismo recibirán la orden de accionar o de retirarse, en dado caso.
“La orden viene de tan arriba que de ser necesario reventaremos la casilla y pasará lo que tenga que pasar”, aseguraron los integrantes del núcleo partidista.
En palabras de las fuentes, dijeron saber que los elementos de la policía “tienen la orden de asegurar a todos los involucrados, pero si gente del grupo es asegurada, será favorecido y liberado horas más tarde” mientras que los del grupo contrario “serían liberados hasta el día siguiente” a los comicios.
Aseguraron que en las elecciones pasadas mandaron a cortar “trescientos palos” para un igual número de personas, para poder “actuar en caso de ser necesario”. En caso de ser superados en número durante el 6 de junio, detalló, estarían siendo apoyados por otro grupo de la colonia Peña.
“Agentes dobles”
Aunque prefirieron no dar nombres, los miembros del esquema aseguraron tener “identificados a los principales cabecillas de los grupos contrarios”, así como el preliminar número de participantes, el cual, agregaron, sería inferior al de ellos.
Al ser cuestionados sobre cómo consiguieron dicha información, respondieron que se debe a que tienen “personas infiltradas”, quienes “pasan la información relevante que pueda ayudar”. También, dijeron que, posiblemente, tienen en sus grupos a gente infiltrada de partidos adversarios.
El pasado 28 de abril, dos hijos de uno de los líderes -junto con otros de sus cómplices- realizaron dos balaceras simultáneas en la capital del estado: una en la colonia Esperanza y otra en la colonia Peña, donde realizaron varios disparos de arma de fuego y dejaron a un sujeto lesionado luego de golpearlo con la “cacha” de la misma pistola. Estos fueron asegurados horas más tarde, por medio de un fuerte operativo policiaco.
Hasta el cierre de esta edición, los responsables permanecen en la FGE a la espera de la investigación de las autoridades.
En las elecciones del 2018, los “líderes” contrataron a 300 personas -tan sólo para dos colonias- quienes participaron para defender “a capa y espada” la casilla de Minas, la cual, según sus propias palabras, “representa un voto muy importante para los candidatos”. Además, fueron “respaldados” por otras 150 personas de otras colonias cercanas, quienes estaban “alerta” del llamado para la posible “batalla campal”.
Este año se estima que un número similar de personas conforme el contingente, las cuales contarán con una “casa de seguridad” ubicada en la calle Dolomita de la colonia Minas, frente a la escuela primaria “Septimio Pérez Palacios”, donde tendrán hidratación, así como comida y “resguardo en caso necesario”.
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JG