El Panteón Colonia de Ciudad del Carmen presenta una saturación en la ocupación de sus criptas. Actualmente hay alrededor de dos espacios disponibles para posibles difuntos, mientras tanto el Ayuntamiento ya trabaja en la construcción de más criptas, pero llaman a la ciudadanía a exhumar restos de familiares fallecidos hace más de cinco años para moverlos hacia guardarestos y despejar espacios para aceptar más personas que pierdan la vida.
El administrador de los panteones municipales, José Flores, destacó que a raíz de los decesos ocasionados por COVID-19 a lo largo de esta pandemia, la capacidad para recibir difuntos se limitó a alrededor de sólo dos criptas. El problema creció, ya que hay cientos de restos que no han sido exhumados por familiares de los difuntos, esto para trasladarlos a guardarestos donde podrán permanecer de forma definitiva.
Ante ello, el administrador hizo un llamado a todas aquellas personas cuyos occisos tengan cinco o más años de haber fallecido, para que realicen su proceso de exhumación y llevarlos a un osario, moverlos a otro panteón fuera de la ciudad o bien a incinerarlos. Destacó que el costo del guardarestos o propiedad es de mil 790 pesos y cuya duración, asegura, es ilimitada.
Cabe recordar que entre julio y agosto del 2020, que fueron los meses más letales del coronavirus para la Isla, 200 criptas que estaban rentadas fueron desocupadas para ingresar a fallecidos, en su mayoría víctimas de la crisis sanitaria del COVID-19.
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En aquella ocasión el funcionario del cementerio dio a conocer que el número de sepelios diarios era de entre cuatro y cinco, pero que llegó a contabilizar hasta 12 servicios mortuarios en el también conocido “Panteón Nuevo”.
Ante el súbito incremento de ciudadanos que perecían, por el mal del que ahora se presume en realidad se trata de una enfermedad vascular, las autoridades decidieron construir de emergencia un módulo con 96 espacios, que antes de ser terminado ya tenía ocupación de tres bóvedas.
Por varios meses los deudos no pudieron velar a sus seres queridos, por lo cual se elevó el número de cremaciones, donde las medidas de mitigación eran estrictas, como el lapso permitido para los servicios funerarios en caso de que el difunto hubiera fallecido por “neumonías atípicas y probables o confirmados por SARS-CoV-2”.
Disminuye mortandad
Casi un año después de este panorama y que prácticamente rebasó la capaidad de los panteones, Flores Alejandro mencionó que la cantidad de sepelios a causa del coronavirus fue únicamente de dos personas en el mes de abril, cinco veces menos que en marzo, y señaló también que se registra movilidad de personas que llegan a extraer los restos de sus seres queridos, por ejemplo, mencionó que por la tarde de este 6 de mayo, se realizaron dos exhumaciones.
Comentó que incluso las 96 criptas que se hicieron especialmente para sepultar víctimas de COVID-19 se tuvieron que usar para dar descanso a personas fallecidas por otras causas.
Aunque no precisó cifras, aseguró que el Ayuntamiento ya tiene un plan para edificar nuevos módulos de criptas para incrementar la capacidad de este campo santo, por lo que en los próximos días deberá comenzar la construcción de estos complejos.
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JG