Ayer lunes se reactivó la vacunación de segunda dosis pendiente a personas que cuentan entre 50 y 59 años, y que el pasado 9 de mayo recibieron la primera. Aunque se habilitaron cuatro sedes, de nueva cuenta se registraron largas filas en la Tercera Región Naval de Lerma, pues fue el único punto donde se inyectaron a las personas que llegaban en sus autos. Hoy se estima aplicar alrededor de siete mil biológicos y la misma cantidad para mañana, con esto se concluye la tercera etapa de la jornada de vacunación en la entidad.
A este sector de la población se le aplicó la primera dosis el 9 de mayo, y al 50 por ciento de ellos se les puso la segunda el 31 de mayo, es decir 22 días después, sin embargo, con la mala organización, la poca disponibilidad de antígenos, así como la alta demanda y el sólo instalar un punto de vacunación generaron que esta se reventara, ya que antes de la hora estimada se confirmó que las dosis se habían agotado.
Para evitar que eso se replicara, en la jornada la Secretaría de Bienestar anunció cuatro sedes, una en el 10° batallón de Infantería, otro en la Primera Región Naval, una más en el Hospital de Especialidades y otra más en el Hospital de Medicina Familiar de Concordia; sin embargo, eso no fue impedimento para que las filas se volvieran a presentar.
Desde las 5:00 horas, las personas a bordo de sus autos y otras caminando empezaron a llegar a la Tercera Región Naval, se instalaron y esperaron hasta las 09:00 horas, tiempo en que se abrió la puerta para aplicar las inyecciones. Alrededor de las 10:00 horas, la fila de autos alcanzó casi los seis kilómetros, pues iniciaba desde la estación militar y concluía en la glorieta del monumento a Justo Sierra Méndez.
Lo mismo ocurrió en la sede del IMSS Concordia, que por la dimensión del lugar sólo llegó la fila alrededor de un kilómetro. En donde no se presentaron éstas, fue en el 10° Batallón y el Hospital de Especialidades, ya que en ambos se instaló en el interior un salón como sala de espera.
A pesar de ello, algunos ciudadanos se mostraban temerosos, ya que temían que, por el largo período de espera, la segunda vacuna ya no tuviera el mismo efecto de inmunidad. Victoria Ordóñez fue una de ellas pues refirió que, como todo medicamento, se deben cumplir con los tiempos de toma.
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GH