A unos meses de que concluya su administración el gobernador, Carlos Miguel Aysa González, sectores importantes de la población siguen padeciendo carencias sin que hasta el día de hoy se atiendan, instituciones de salud como el Hospital General de Especialidades situado en la capital no sólo sufre daños estructurales sino de insumos y medicamentos para que médicos y enfermeras presten un servicio de calidad a las familias campechanas.
El 21 de marzo de 2020 el mandatario estatal presumió una inversión cercana a los 35 millones de pesos para este hospital, la cual se destinaría en moderno equipo médico, ambulancia de emergencias, remodelación de 24 cuartos del área de Cirugía y Traumatología, así como el mejoramiento del área de farmacias.
De manera anónima por miedo a represalias, una empleada del Hospital General de Especialidades “Dr. Javier Buenfil Osorio”, exhibió las carencias de esta institución de salud, donde existe la falta de medicamentos e insumos necesarios para que realicen su labor.
La entrevistada comentó que durante las campañas políticas la situación se empeoró empezando con la falta de agua caliente para bañar a pacientes, también la falta de trapeadores y líquido para realizar la limpieza de baños y pisos.
Agua fría
“El jabón líquido para manos ahora en botellas lo asientan, no hay agua caliente para bañar a pacientes, llevamos resistencias para calentar el agua en palanganas, los cuartos apestan porque no hay ni para trapear porque los mechudos están todos podridos, ni fabuloso, nada de limpieza, ya llevamos meses así”, manifestó.
De igual forma, expuso los daños estructurales en diferentes partes de los pasillos del hospital, en el área de medicina interna, cirugía y traumatología, en la planta baja, con techos llenos de goteras y con verdín, lo que es más preocupante en esta temporada de lluvias.
“Techos rotos, no sé cómo explicar una estructura podrida por el agua, todo el hospital está sucio, no hay jabón, ni sanitizante, hay goteras en todos lados, ayer con la lluvia ya teníamos encharcados los pasillos. Esta horrible todo, es feo trabajar así”, dijo.
Además, mencionó que no sólo sufren las carencias hospitalarias en cuestión de daños estructurales o falta de insumos como guantes sino también la falta de medicamentos que muchas veces los familiares de los pacientes por urgencia deben comprar, como antibióticos, paracetamol, midazolam, fentanil y equipos de normogoteros, e incluso también telas adhesivas.
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“Todo lo están comprando los familiares de los pacientes para canalizar, es más las sabanas son muy pocas y hay áreas que no tienen ni clima, esperemos que hagan algo nuestras autoridades, no todos tenemos el valor de alzar la voz porque tememos por nuestro trabajo”, señaló.
GH