Al cumplirse el aniversario 216 del natalicio de Benito Juárez García, integrantes de la Logia Masónica “Abelardo Cabrales Domínguez” Número 12, realizaron un homenaje en el parque en honor al Benemérito, donde hicieron una guardia de honor junto con junto con su maestro, Janer Díaz Lara, y autoridades locales.
Posteriormente, se dirigieron al Museo de la Ciudad para atestiguar el inicio de la exhibición por un mes del cuadro con la fotografía del "Indio de Guelatao" que él autografió cuando era Presidente de México, y que del estado sólo en Palizada se cuenta con este legado histórico.
En el Centro Histórico masones, autoridades locales e invitados especiales se reunieron para recordar un aniversario más del nacimiento de Juárez, además colocaron al pie de su estatua una ofrenda floral e hicieron una guardia de honor para seguidamente entonar el Himno Nacional Mexicano.
En ese lugar, José Antonio Solís Benítez fue el orador oficial por parte de la logia masónica, y recordó la fecha del nacimiento de Benito Juárez, al que señaló como un joven indígena que con el paso de los años se convirtió en ejemplo de dignidad, voluntad y profundo amor a México.
Afirmó que Juárez es un caso extraordinario en la historia, de orígenes humildes fue capaz de forjarse una sólida y ascendente carrera que lo llevo a la Presidencia de la República, además fue un conocedor del Derecho Canónico y Civil, capaz de hablar diversos idiomas.
Gobernó 14 años en medio de una guerra civil y la intervención extranjera, la cual fue determinante para consolidar el régimen Republicano y el futuro de México, además de que apostó a la educación como el único camino para la transformación y la prosperidad.
Solís Benítez agregó que es necesario humanizar la imagen de hombre singular que fue Juárez, del que afirmó no fue un héroe de bronce, acartonado e insensible, sino que fue un ser humano con virtudes y pasiones, un hombre común, curioso, inquieto, buen padre y cariñoso esposo.
Decretó las Leyes de Reforma y se destaca la separación de la Iglesia y el Estado, la nacionalización de los bienes del clero; extinción de las corporaciones eclesiásticas. También se aclaró que el desempeño de Juárez está plagado de principios masónicos y evidencias de su vocación religiosa y espiritual; y se aseveró que nunca fue enemigo de la iglesia, como tampoco los masones nunca han expresado una oposición al cristianismo ni a la catolicidad del pueblo de México.
Ratificación de Campeche
El 29 de abril de 1863, el presidente Benito Juárez ratificó el decreto de creación del estado de Campeche, ya que mediados del siglo XIX en la Península coexistían Mérida y Campeche.
Cuando inició el movimiento de Independencia, Yucatán se mantuvo a la expectativa y no participó directamente. En la segunda mitad del siglo XIX, sucedió lo inevitable: los campechanos, después de intentos por avenir con sus compatriotas de Mérida, al fin se decidieron a un movimiento radical, y un grupo de campechanos excitó al movimiento separatista de su homóloga yucateca, para crear Campeche, un estado con identidad, con soberanía y representación propias.
El 3 de mayo de 1858, comisiones del entonces Distrito de Campeche y del Gobierno de Yucatán llegaron a un acuerdo de separación territorial, para poner fin a por lo menos medio siglo de constantes disputas internas.
En febrero de 1862, el presidente Benito Juárez decretó la creación del estado de Campeche y lo sometió a la aprobación de las legislaturas estatales. Tras su aval, el 29 de abril de 1863 el mandatario mexicano ratificó su decreto y Campeche nació como Estado libre y soberano, conformado por las poblaciones de Carmen, Champotón, Campeche, Hecelchakán y Bolonchenticul”.
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JG