El desarrollo, en los últimos años, de la actividad pesquera y acuícola en la Península de Yucatán revela que, aunque Campeche es el Estado más productivo en términos de peso, Yucatán es el más redituable en términos económicos. Además de que, el pulpo y la langosta son las especies más cotizadas en el mercado local.
Otras especies como el mero, el camarón y la mojarra también son importantes para el ingreso por los productos del mar; sin embargo, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la producción total cayó desde 2019, un año antes del inicio de la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.
La información obtenida por el Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca, publicado hasta 2020, señala que fue en 2018 cuando se alcanzó un pico de producción con un valor de 4 mil 414 millones de pesos, en conjunto con los tres Estados; mientras que en 2019 registró 4 mil 310 millones, 103 millones de pesos menos.
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Para el 2020 la cifra cayó un poco más, sólo pudieron acumular, las tres Entidades, 4 mil 21 millones; 289 millones menos que en 2019 y 396 millones menos en comparación con el 2018.
En el registro de las tres Entidades es Campeche el que mayor tonelaje de productos del mar acumula, su producción se encuentra por arriba de las 50 mil toneladas anuales y, en 2018, registró su mejor año (69 mil 25 toneladas); no obstante, aunque en la región es la que mayor produce, no es la más redituable.
Tan sólo en las cifras de 2020, se muestra un total en peso de 50 mil 830 toneladas que reunieron mil 736 millones de pesos para el Estado de Campeche; mientras que, Yucatán pescó 36 mil 96.9 toneladas de carne de mar (29 por ciento menos que el Estado vecino), pero logró obtener 2 mil 33 millones de pesos.
Quintana Roo tuvo un desarrollo modesto comparado con los otros Estados; ahí se pescaron 21 mil 959 toneladas de especies marítimas para un acumulado de 251 millones de pesos mexicanos.
El comportamiento de la producción en estos últimos tres años fue marcado por el cese de actividades económicas; en 2018, la producción regional estaba por encima de las 130 mil toneladas y para el año siguiente, cuando comenzaron los contagios de Coronavirus, sólo redituó en 108 mil. Es decir, los números cayeron un 18 por ciento.
De 2019 a 2020, el tonelaje aumentó menos del uno por ciento. En 2020, se registraron 108 mil 887 toneladas, 835.01 más que el año anterior.
Aunque las cifras de 2021 no han sido publicadas, el titular Nacional de la Conapesca, Octavio Almada Palafox, estima un crecimiento promedio de 5.9 por ciento para todo el país.
Y destacó que “la mayor proporción se obtiene en el Pacífico, que representa el 82 por ciento, seguido por el del Golfo y el Caribe, que aportan en conjunto el 16 por ciento”, según un comunicado oficial de la Secretaría de Agricultura.
Pulpo y langosta, sostienen ingreso peninsular
En menos de cinco meses, para la temporada de caza en la región peninsular, el pulpo se posiciona como la especie más importante en los Estados de Campeche y Yucatán.
En 2020, las cifras dicen que el pulpo fue capturado en 948 toneladas en Campeche (con un costo de 461.7 millones de pesos mexicanos); para el Estado de Yucatán, sólo fueron pescadas 137 toneladas y alcanzaron un costo en el mercado de 671.9 millones de pesos.
El consumo de pulpo es muy cotizado en la zona. Uno de los platillos más populares es el pulpo en su tinta a la campechana; mientras que existen restaurantes en Mérida que llegan a servir más de mil platos de pulpo al mes en temporada.
Lo mismo sucede con la Langosta, en Quintana Roo, que es la especie que sostiene los ingresos de la actividad primaria. Según datos de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira) del Banco de México, el consumo de langosta en Quintana Roo se presenta en 74 por ciento en restaurantes de la entidad.
En 2020, la pesca de esta especie fue de 442 toneladas de producto vivo y generó 137 millones de pesos en ganancias, según el Anuario Estadístico del 2020. El producto es importante para las cooperativas locales, pues, un ejemplar entero se llega a pagar entre los 400 y los 450 pesos; mientras que el kilogramo de cola de langosta genera un ingreso de hasta 600 pesos para el obrero del mar.
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CG