QUE ADÁN AUGUSTO AHORA SÍ VA EN SERIO. Hace una semana, es decir, el lunes pasado por la tarde, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, convocó, a una reunión de trabajo privada a sus 32 coordinadores estatales, responsables de la promoción de su precampaña, además de su equipo de estrategia, logística, publicidad y financiamiento, su entorno más cercano.
El encuentro se llevó a cabo en una oficina particular que López Hernández dispuso para servir como cuartel general; en el encuentro el mensaje más importante y contundente fue: ahora sí vamos en serio. Explico que, si bien es cierto que el Presidente de la República lo había incluido entre sus corcholatas para la candidatura presidencial de Morena, la realidad es que no se había puesto el empeño suficiente en llevar a cabo las tareas mínimas necesarias para el propósito. Por esa razón, su crecimiento tanto en el nivel de conocimiento como en la intención de voto no había alcanzado los resultados que se deberían, reconociendo que eso se debía a que tampoco se habían esforzado mucho en ello.
Pero que a partir de ese momento tendría que ser muy diferente; por ello, le pidió a cada coordinador estatal, un diagnóstico, plan de acción y estrategia y por supuesto, un presupuesto para la operación correspondiente.
El cambio de actitud obedece, según trascendió, a que López Hernández siente o algo sabe, no lo precisó, respecto a que la decisión de la candidatura que hoy parece estar definida podría cambiar y que de ser así tendrían que estar preparados.
Acepto que está en el tercer lugar del promedio de las mediciones relativas a la encuesta que definiría la postulación, pero también que independientemente de los números llegado el momento, la decisión la toma una sola persona y que esta no necesariamente depende de porcentajes sino de otros factores adicionales. En esa valoración, él se sabe en segundo lugar en este momento, el plan B, el relevo y además muy confiado, según nos informan que comentó, que sea cual sea la nominación no habría escisiones, lo que se traduce, según él, en que Marcelo Ebrard no romperá con el Presidente y el partido de no ser el favorecido y mucho menos optaría por competir por otra opción.
De hecho, fue tal la motivación de los integrantes de su equipo a raíz de ese mensaje, que bien podría calificarse de algarabía, que inmediatamente después se desplegó una andanada publicitaria fundamentalmente en redes sociales, que por supuesto provocó tal nivel de reacción que el mismo Secretario se vio obligado a pararlos.
López Hernández emitió un comunicado oficial conminando respetuosamente a sus seguidores a abstenerse de continuar con este tipo de publicaciones, toda vez que hay que ser respetuosos de los tiempos y lo que establece la ley en materia de propaganda preelectoral.
Sin embargo, eso no quiere decir que la intención y el trabajo no continúen, tal vez con mayor cuidado, porque lo que queda claro es que la decisión personal es competir por la candidatura, como el mismo secretario les dijo a sus colaboradores: ahora sí vamos en serio.
No hay duda de que López Hernández sabe algo o al menos lo percibe, que podría implicar una alternativa y en esa vertiente tiene claro que el beneficiario sería él.