Gilberto Hernández presentó una queja por estafa ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) porque aportó 81 mil pesos y no localiza a los responsables y las oficinas están cerradas y en esa misma situación se encuentran 40 personas que aportaron entre 105 mil a 140 mil pesos e incluso cantidades mayores.
Acusó en la manta que colocó afuera de las oficinas de la Profeco que se ubican en Palacio Federal a Ángel Díaz y a Julio Soto Cortés. El afectado manifestó que con sacrificio y ahorro fueron aportando el dinero para contar con un capital para la adquisición de un vehículo para que la financiera incurra en una ilegalidad.
Explicó que les plantearon acudir a la Profeco o la Comisión para la Defensa de los Servicios Financieros (Condusef) para presentar sus quejas, por lo que optó por venir a la Profeco, pero se organiza (con los demás afectados) para que en forma conjunta soliciten la devolución de su dinero con una abogada.
Manifestó que la intención es recuperar el dinero que habían dado y es la misma intención de personas de otros puntos de la entidad como Candelaria e incluso de ciudades como Chetumal, Cancún y Mérida.
Al menos las 40 personas han pasado por lo mismo, ya que acudieron a las oficinas y las encuentran cerradas o llaman a las personas con quienes contactaron para el número de cuenta de los depósitos y ahora no responde a las llamadas telefónicas.
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CC