La mano de obra de Ciudad del Carmen es desplazada de forma constante por los inversionistas foráneos que llegan a la Isla a traer personas de estados vecinos, a quienes pagan salarios de hambre; en lugar de dar oportunidad a los obreros locales, porque no desean pagar las prestaciones que por derecho les corresponden a los trabajadores en las construcciones que se realizan en la ciudad, señaló Cristóbal Robledo del Valle, delegado estatal de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM).
Mencionó que esto sucede de forma constante cuando llegan inversionistas de fuera a la Isla a hacer construcciones, pues traen obreros de Tabasco, Yucatán y Chiapas, a los que les otorgan salarios fuera del tabulador que se maneja en Carmen; además de que muchas veces no se les pagan las prestaciones a las que tienen derecho, como la seguridad social.
Discriminación
Por ello, subraya, son estos constructores lo que pretenden desplazar a la mano de obras local, afectando a los obreros carmelitas, “lo que se puede solucionar con el apoyo y respaldo de las autoridades municipales y estatales al crear fuentes de empleo que se generen con proyectos de obra pública que ejecuten inversionistas particulares, y promover el diálogo para que la mano de obra carmelita no siga sufriendo desplazamiento laboral”.
Dijo que la restricción en la contratación es el principal problema que han padecido los obreros locales en los últimos años, “por ello es importante que las autoridades ofrezcan respaldo para solventar las carencias generadas, “pues los obreros locales son desplazados por foráneos en las escasas obras se desarrollan en la Isla; principalmente si se trata de empresas del ramo que se arraigan aquí de manera temporal al adjudicarse contratos”, estableció.
Finalmente, señaló que los trabajadores de otros estados arriban a la ciudad en busca de cualquier oportunidad, por la urgencia, y por necesidad aceptan pagos por debajo de lo mínimo, algo que al patrón le convienen y de inmediato son contratados; esto genera la inconformidad entre los trabajadores carmelitas, quienes han llamado a huelga contra las constructoras.
Cifras
El panorama en la industria de la construcción, según datos ajustados por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), no es muy claro, pues la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) indican que el valor de la producción generado por las empresas constructoras descendió 4.8 por ciento, en términos reales en enero respecto a diciembre de 2022.
A tasa mensual, en el mes de referencia (enero), y con cifras ajustadas por estacionalidad, el personal ocupado total cayó 1.3 por ciento y las remuneraciones medias reales, 0.5 por ciento. Las horas trabajadas aumentaron 0.2 por ciento, y a tasa anual y con cifras desestacionalizadas, el valor real de la producción de las empresas constructoras incrementó 3.9; el personal ocupado total, 4.1; las horas trabajadas, 4.7 y las remuneraciones medias reales, 3.7 por ciento.
Situación que permea en el municipio ante la falta de inversión por parte del sector público (Gobierno) en obras que permitan una mayor inversión de recurso, y en las pocas construcciones que se realizan en la isla, los constructores continúan desplazando la mano de obra local, al traer a personas de estados vecinos, pagando salarios de hambre, en lugar de dar oportunidad a la mano de obra local, ya que no desean pagar las prestaciones que por derecho les corresponde a los trabajadores, dijo.
El salario de un albañil estándar en México es de alrededor de ocho mil 300 pesos mensuales; los ingresos más bajos corresponden a los aprendices, que ganan alrededor de cinco mil 500 pesos; un especialista puede alcanzar los 15 mil 300.
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GC