La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró un predio de 250 hectáreas que ejidatarios tomaron sin permiso de las autoridades federales, y el cual presuntamente pretendían rentar a menonitas para sembrar soya y maíz, por lo cual una comisión de elementos federales arribó al lugar para colocar las cintas de clausura y un letrero.
Destaca que la autoridad ya citó a los campesinos presuntamente implicados en el asunto para que declaren el respecto, y en su caso se fincarán responsabilidades y se aplicarán las sanciones correspondientes, informaron ejidatarios de la comunidad y quienes se abstuvieron de abundar más sobre el tema.
Los presuntos responsables de tomar la tierra sin autorización de la federación sería un grupo de labriegos de Chunchintok junto con el comisario ejidal, y que ahora deberán dar detalles a la autoridad acerca de los motivos por los cuales se dedicaban a deforestar las cerca de 250 hectáreas que no son de su propiedad.
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En ese sentido, diversos campesinos del ejido acusaron que este grupo pretende rentar la zona a menonitas, pues se trata de tierras que antes eran rancherías y donde murieron cientos de reses durante el 2020 al paso de las tormentas “Amanda” y “Cristóbal”. Luego los terrenos quedaron inundados durante dos años y al bajar el nivel del agua decidieron convertirlo en mecanizados para sembrar maíz o soya, pero sin solicitar permiso a la autoridad federal al tratarse de tierras nacionales.
Es necesario recordar que la zona clausurada fue deforestada hace años para sembrar arroz, pues según el gobierno del Estado de aquel entonces esas tierras eran aptas para el arroz; sin embargo, después de varias pruebas esta siembra no prosperó por lo cual el área fue loteada para la ganadería.
Por otro lado, hay campesinos que buscan convertir 10 mil hectáreas del valle de Chunchintok en zona para cultivo, pero la Profepa se los impide al considerar un delito ambiental porque antes se debe deforestar; sin embargo, los campesinos alegan que se trata de una zona pantanosa en la que no existen árboles y que cuando llueve se inunda.
Por su parte, el comisario ejidal saliente, Alfonso May Castillo, dijo que “siempre me he opuesto a que cultiven estas tierras, pero hay un grupo que insiste en sembrar a pesar de las condiciones adversas; sin embargo, ahora serán acreedores a una sanción administrativa, ya que la Profepa los citó a sus oficinas para aclarar el hecho”.
Hermetismo
Cabe señalar que en la comunidad de Chunchintok nadie quiere dar detalles de la presunta deforestación, pero hay quienes presumen que las tierras implicadas son más de 300 hectáreas, por lo cual se encuentran a la espera de lo que dictaminen la autoridad por este caso.
DL