Este 1 de noviembre de Día de Muertos, es una fecha muy especial en Campeche, donde las familias se preparan para elaborar el tradicional pibipollo. Este platillo, con raíces en la cultura maya, se puede cocinar de dos maneras: enterrado en un horno de tierra o en un horno convencional. La elección entre estas dos técnicas depende de varios factores, como el sabor, el tiempo y los recursos disponibles.
¿Qué es el Pibipollo?
El pibipollo, también conocido como mucbipollo, es un tamal grande, redondo o cuadrado, hecho con masa de maíz, tomate, manteca de cerdo, chile morrón, cebolla, epazote y frijol nuevo (espelón). Se rellena con pollo, pavo, cerdo o res, que se integran en una mezcla espesa llamada kol, hecha con el caldo donde se cocinó la carne y achiote. Este platillo se envuelve en hojas de plátano y se cocina tradicionalmente en un horno de tierra llamado pib, aunque también se puede hornear.
Tradición y sabor único
El pibipollo enterrado se cocina en un horno de tierra, una técnica ancestral que le da un sabor ahumado y único. Este método es preferido por quienes buscan mantener viva la tradición y disfrutar de un sabor auténtico. La preparación del pibipollo enterrado es un proceso comunitario que involucra a varias personas, desde cavar el hoyo hasta encender la leña y colocar las piedras calientes. Aunque es laborioso, el resultado es un platillo que muchos consideran insuperable en términos de sabor y textura.
Comodidad y practicidad
Por otro lado, algunos campechanos optan por preparar el pibipollo en horno convencional debido a la falta de tiempo y de manos para hacer el hueco necesario para el pib. Este método es más práctico y accesible, especialmente en áreas urbanas donde cavar un hoyo puede no ser factible. Aunque el sabor puede diferir ligeramente, el pibipollo al horno sigue siendo delicioso y conserva la esencia de este platillo tradicional.
Representación Cultural
El pibipollo no es solo un platillo, sino una representación de la riqueza agrícola y cultural de Campeche. Ingredientes como el maíz, la caña, la miel y el arroz son fundamentales en su preparación, simbolizando el trabajo y esfuerzo de generaciones de agricultores locales.
JGH